El Taller Público Silvano Lora lamenta que hace años autoridades abandonaran ese aporte a historia
El Monumento a los héroes del 30 de mayo da lástima. La obra de Silvano Lora, representante del arte combatiente y propulsor de visibilizar a los artistas marginados, ha sido relegada por completo gestión municipal y gubernamental tras otra y su deterioro amenaza con echarla abajo.
La dejadez lacera al taller público que honra al pintor, pues la estructura homenajea la muerte del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina y la creó un luchador antitrujillista, defensor de la libertad, de la democracia.
Este deterioro toca a Quisqueya Lora, hija de Silvano y representante del centro que lo honra, lo mismo que a las gestoras Michelle Ricardo y Lauristely Peña Solano. Es abandono de tantos años y administraciones, que delata el desinterés de las instituciones estatales por la preservación de la memoria histórica.
El monumento fue inaugurado en 1996, justo en el tramo de la avenida George Washington, ahora 30 de mayo, en el que mataron a Trujillo. Rafael Suberví Bonilla dirigía la alcaldía.
Lora explica que su padre tuvo la colaboración de Cristian Tiburcio para el tratado de las losas y que desde su develizamiento lo que ha recibido la obra son reparaciones superficiales, “paño con pasta”. Labor que manejaba el Congreso.
“Hizo muchas restauraciones Abil Peralta, pero nunca el trabajo que requería. Hay un daño estructural, por su cercanía al mar y está en peligro de caerse. Hemos dado la voz de alarma, movido en diferentes ámbitos”, sostiene.
El Ayuntamiento del Distrito Nacional pretendía una actividad allí para conmemorar los 60 años del tiranicidio, y el taller le convocó a una reunión en la que participó la Fundación Héroes de Mayo. El cabildo prometió restaurarlo.
Lora lamenta que llegara el aniversario con el monumento en ese estado, a lo que ve muchas lecturas, habla de descuido, de desinterés por el patrimonio histórico. Confía en que para el próximo aniversario esté restaurado, o sea que la alcaldía cumpla su palabra, que cuando pasen estos días cercanos a la fecha del ajusticiamiento mantenga la intención.
Una irresponsabilidad. Michelle Ricardo y Lauristely Peña Solano condenan que las entidades del Estado que deben velar por promover el legado y trabajo de los artistas, como el Ministerio de Cultura, además de no asumir responsabilidad en la preservación de la obra, usen la imagen sin rendir reconocimiento a su creador, sin mencionar su nombre, trabajo, trayectoria.
ZOOM
Lectura
La obra consta de dos cuerpos. Una lápida sugiere la espesura de la noche desgarrada por un grito de dolor por debajo de un vendaje; instrumento de tortura que intenta reproducir la impotencia del que no pudo mirar los ojos del verdugo y la cobardía del torturador incapaz de soportar el vistazo acusador como única arma defensiva de la víctima. Dos manos cautivas que quieren abrirse paso, librarse del cepo. La pieza invita al transeúnte o al peregrino que viene a postrarse, a reflexionar. Un segundo componente está al frente en primer plano sobre un módulo triangular. Figura una llama votiva desprendida del suelo, altar de la patria sobrevolada por una figura humana, símbolo del sacrificio de los ajusticiadores.