El ingeniero Franklin Monción, encargado de la Oficina de Mantenimientos de Puentes del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, está a favor de que en el país  se continúe exportando chatarra y metales que hayan pasado su vida útil, a países como China, no obstante consideró necesaria la creación de una oficina que fiscalice que los metales no sean de los robados al Estado.

“Entiendo que el país no puede ser un vertedero de chatarra y de metales y si se pueden adquirir ingresos que beneficien la industria no lo veo mal. No obstante, propongo que todas las instituciones que nos vemos afectados por el robo de metales nos unamos y formemos una oficina de supervisión que certifique que el metal exportado proceda de edificios demolidos u otras fuentes, no del hurto”.

Con estas declaraciones Monción corroboró lo expuesto ante el Congreso por el  director del Centro de Exportación e Inversión (CEI-RD), Eddy Martínez, quien defendió  la exportación de metales y chatarras, revelando que deja ingressos superiores a los  US$173 millones.

Medidas.  El ingeniero indicó que al negocio de las metaleras debe imponerse cargas fiscales y mantener una supervisión constante del material de esas compañías para determinar su procedencia.

Las pérdidas millonarias de instituciones del Estado con el robo de metales nos dejan un hoyo cada año.

Exhortó a que conjuntamente con la Policía Nacional se cree un mecanismo que evite que se siga traficando con el acero y otros tipos de metales provenientes del robo de tapas de filtrantes, cables eléctricos de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales y de válvulas de agua procedentes de la CAASD.

Estimó que  se puede exportar metales sobrantes en compañías, los que estén corroídos, los carros y vehículos chatarras que abandonan en las calles.

 También recomendó a motivar una compañía que, como hacía Metaldom en sus inicios, procese el metal desechado. “Podemos incentivar una industria del metal en el país”.