La contaminación por ruido y por monóxido de carbono, la inseguridad ciudadana, la insalubridad y la falta de espacios para la educación y la recreación constituyen los principales males que afectan al sector de Villa María, ubicado en Santo Domingo.
Organizaciones y personalidades del lugar considerarán que fracasó el programa Barrio Seguro, que con tantos bombos y platillos cacarearon las autoridades. En cambio, perciben un contubernio entre agentes de la Policía Nacional y los delincuentes.
Teresa Gómez, una maestra pensionada que ha vivido toda su vida en Villa María, narra que nunca había sentido una situación de inseguridad como la actual, lo que atribuyó a la falta de autoridad desde la Policía y la Justicia.
Paa avalar su percepción, narra que un hijo suyo salió hace poco con otros amigos para una actividad recreativa, pero fueron interceptados por una patrulla que los subió en un camión y luego de varias cuadras los abandonaron, pero previamente les quitaron dinero.
Gómez ha optado por encerrarse en su hogar, ubicado en la avenida Josefa Brea, desde las 7:00 de la noche, por el temor que siente al ver a jóvenes caminar con pistolas en manos a partir de esa hora, sin que ninguna autoridad intervenga.
Ellos pasan por aquí exhibiendo sus pistolas; entonces, ¿qué uno hace? cerrar su casa, porque el problema es que si te matan no hay quien aplique justicia. Esto hay que cerrarlo, dijo la maestra, quien pasó gran parte de su vida impartiendo docencia en la escuela República de Honduras.
¿Diversión? Los negocios de expendio de bebidas alcohólicas se multiplican por todas partes, llevándose la tranquilidad y afectando el sistema nervioso de los moradores del barrio, dijo Alexis Peña, uno de los residentes del sector.
Juana Sánchez, una señora que nació y se crió en el barrio, atribuyó la delincuencia y la violencia que se generan allí a la falta de espacios para el deporte, escuelas técnicas y formales, a lo que se suma la falta de oportunidades de trabajo.
Cita que una cancha ubicada casi en la avenida Padre Castellanos, único espacio para que los jóvenes jueguen baloncesto, está abandonada y muchos temen enviar a sus hijos por falta de seguridad.
Otros problemas del sector son la falta de drenaje pluvial, lo que provoca inundaciones en calles como la José Martí y cientos de hogares que todavía tienen letrinas para sus necesidades fisiológicas.
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El barrio
Villa María cuenta con una población de 40 mil personas, de acuerdo a estudios de la Coordinadora de Organizaciones Barriales. El punto principal de la agenda barrial es la construcción de un puente peatonal en la Padre Castellanos (17), debido al peligro para los niños que cruzan la vía para asistir a la escuela Haití, donde reciben clases en el nivel básico. El barrio está ubicado entre las avenida Duarte, Padre Castellanos y Albert Thomas.