Por: Jessica Arno

Los residentes del residencial Jeffrey, localizado en la calle 10, Número 51, del Ensanche Isabelita, Santo Domingo Este, afirman que los propietarios de la distribuidora de gas Raligas intentan instalar, nueva vez, un centro de operaciones de gas propano en los alrededores de sus viviendas, situación que ha provocado temor entre ellos, ya que temen a que ocurra una explosión, similar o peor a la de San Cristóbal.

A través de una denuncia hecha a este medio, los moradores afirman que llevan batallando con la distribuidora, que tiene una planta de gas licuado en la calle 12, esquina calle 13, de ese sector, desde el año 2019, para evitar que el local sea utilizado para colocar dicho centro de combustible próximo al residencial.

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Las personas relatan que el mes pasado Raligas llevó un tanque de gas con el pretexto de pintarlo, pero temen que esta acción esconda un hecho que perjudique a los que viven en los alrededores de esta zona.

«Habían pasado tres años sin que ellos vinieran, ahora están usando una nueva táctica, dicen que que van a guardar un tanquero vacío, lo están usando como táctica de ablandamiento para luego instalar la planta de gas porque ellos tienen ese lugar preparado para eso, si no lo han hecho es porque nos hemos revelado», expresó José Agustín Pacheco, miembro de la junta de vecinos.

Este hecho ha renovado las alarmas del residencial por lo que se han dirigido, otra vez, a diferentes instituciones como el Ministerio de Medio Ambiente, el ayuntamiento de Santo Domingo Este, también al intendente del Cuerpo de Bomberos e incluso al Defensor del Pueblo todo esto en busca de que las autoridades atiendan su denuncia y puedan finalmente liberarse del temor que los aflige.

“Nuevamente estamos acudiendo a las instancias que legalmente están obligados a proteger a los ciudadanos para que Raligas no intente nuevamente poner un depósito de tanque de gas propano al lado de nuestras residencias, poniendo en peligro a todo nuestro vecindario”, es el clamor que hacen estas personas a las autoridades.

“Conociendo el poder que tienen los empresarios del Gas Licuado de Petróleo, nos dirigimos a ustedes, anexando las comunicaciones que avalan nuestros esfuerzos, para solicitar la intervención de sus buenos oficios a fin de evitar que Raligas, se instale debajo de nuestras cabezas”, narra el documento de los afectados.

Demandan que las instalaciones de la distribuidora, que se encuentra en los alrededores de sus viviendas y próxima a una escuela, sea desmantelada del local que tienen en el sector.

En caso de que el problema no pueda resolverse por la vía legal, los afectados dicen que van a sumir otras acciones las cuales no fueron especificadas.

Llevan 4 años en batalla

Según las informaciones suministradas al Periódico Hoy, la distribuidora no cuenta con los permisos legales para realizar operaciones en la zona.

«Cuando la empresa adquirió el local, informaron que construirían a apartamentos, pero luego llevaron acabo una serie de instalaciones que indican que su objetico es guardar camiones de gas ahí», fueron algunas de las palabras de los individuos de esta zona que dieron inicio a la preocupación la cual lleva ya 4 años.

“En el año 2020, aprovechando la pandemia de COVID 19 dicha empresa se instaló, colocando en el solar sus tanques de combustibles. Por segunda vez con el apoyo decidido de su Ministerio, se ejecutó el desalojo correspondiente, con la utilización de la fuerza pública”, señala uno de los documentos que expresa la preocupación de estas personas.

Para esa misma fecha el conjunto de vecinos, incluyendo iglesias y colegios localizados en la proximidad del solar de donde, según los moradores, quieren instalarse, se empoderaron y realizaron una campaña en contra de dicha agresión.

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