Varias enseñanzas quedarán luego del impacto del ciclón tropical 22 del Caribe, sobre República Dominicana el 17, 18 y 19 de noviembre 2023.
Primera: Todas las autoridades municipales deben realizar labores preventivas de limpieza de las alcantarillas e imbornales, haciéndolas intensas los días previos a la llegada de las lluvias. La ONAMET y el COE avisan con bastante tiempo el fenómeno.
Segunda: multiplicar la recogida y disposición de los desperdicios sólidos, antes del inminente arribo de las precipitaciones desbordantes. Los plásticos forman naturales represas, convirtiendo las vías en caudalosos ríos.
Tercera: el Gobierno central debe inyectar más recursos para acelerar la terminación del saneamiento de las cañadas en el Gran Santo Domingo y en toda la nación.
Cuarta: iniciar un ambicioso proyecto de construcción de drenajes.
Quinta: en circunstancias similares, decretar el toque de queda obligatorio para evitar pérdidas de vidas y daños a la propiedad.