Viena  (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, justificó ayer la nacionalización de los hidrocarburos, adelantó que no indemnizará a las petroleras y atizó la polémica con Petrobras al afirmar que la empresa brasileña “trabajó ilegalmente” en su país. 

Morales defendió en una concurrida rueda de prensa en Viena, donde participa en la IV Cumbre eurolatinoamericana, su “decisión soberana” de recuperar unos recursos que, en su opinión, fueron enajenados con contratos ilegales e “inconstitucionales” porque no fueron ratificados por el Parlamento y “desconocidos” por el pueblo.

Dijo además a las petroleras que no habrá indemnizaciones porque no eran propietarias de los recursos, sino que simplemente los explotaban y tenían unas inversiones que serán debidamente recuperadas, al tiempo que las acusó de incumplir las normas al no pagar impuestos e incluso ser “contrabandistas”.

Posteriormente, la ministra austríaca de Exteriores, Ursula Plassnik, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea, destacó la importancia de que se mantenga “la confianza” de los inversores.

“Yo no creo que sea tarea de los gobiernos europeos actuar o influir en la política del gobierno boliviano. Ellos explican las razones que les llevaron a tomar esta medida”, dijo la ministra.

“En cuanto a la ejecución, hay que ver si será compatible con la seguridad jurídica y la confianza”, subrayó.

El gobernante boliviano cumplió el 1 de mayo su promesa electoral de nacionalizar los hidrocarburos y dio a las petroleras, entre ellas la brasileña Petrobras y la hispano argentina Repsol YPF, un plazo de 180 días para renegociar su presencia en Bolivia, cuyas reservas de gas son las segundas de Suramérica.

Morales, que en varios momentos de la rueda de prensa se enjugó el sudor de la cara con un pañuelo, habló sin tapujos y seguro de que Bolivia está “preparada para solventar sus problemas para explotar sus recursos naturales. Es importante la solidaridad”.

Al referirse a Petrobras, afirmó que “trabajó ilegalmente” en su país, azuzando así la polémica con la mayor empresa en Bolivia, con inversiones por 1.500 millones de dólares.

Rechazó que tuviese que negociar o conversar sobre la nacionalización con su “amigo” el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, antes de anunciar la medida, y luego entró en una aparente contradicción al asegurar que trató de hablar con él, pero sin conseguirlo.

Representantes de Petrobras y del Gobierno de Brasil se reunieron ayer en La Paz con los de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y del Ejecutivo de Bolivia, y se mostraron dispuestos a acatar el decreto de nacionalización.

Pero dejaron varios puntos del futuro de la petrolera en ese país pendientes de las conversaciones ahora iniciadas.

Repsol YPF, por su parte, advirtió hoy de que acudirá a los tribunales internacionales para defender sus intereses, si no alcanza un acuerdo con el Gobierno de Bolivia.

“Necesitamos socios y no patronos para explotar nuestros recursos”, dijo Morales al destacar que “no expulsamos a nadie. Sólo exigimos el derecho a explotar nuestros recursos”.

El presidente boliviano se quejó, por otra parte, de que el Gobierno español, según dijo, no ha cumplido su compromiso de doblar la ayuda a su país ni de condonarle la deuda, al tiempo que consideró a José Luis Rodríguez Zapatero como “un aliado estratégico”.

De inmediato, el Ministerio español de Exteriores respondió que cumple sus compromisos pero subrayó que se trata de procesos “complicados de articular” y que no se pueden hacer efectivos “en dos días”.

El Gobierno español anunció en enero pasado que España se ha comprometido a canjear 120 millones de dólares de deuda boliviana por programas educativos.

Morales alertó también a sus vecinos brasileños de que expropiará próximamente latifundios, especialmente los improductivos, una decisión que afectará mayormente a productores de soja brasileños.

Bolivia “era antes tierra de nadie y ahora es tierra de los bolivianos, especialmente de los indígenas”, recalcó el gobernante, que invocó la necesidad de llegar a un entendimiento entre Europa y América Latina para “cambiar ese capítulo negro” (la época colonial).

Morales, que hoy llegó con retraso a Viena porque el avión en el que viajaba, cedido por Venezuela, sufrió un fallo, se ha convertido en la “nueva estrella” de esta cumbre que hasta el sábado tratará de fortalecer la relación entre América Latina y Europa, actualmente afectada por las crisis internas a ambos lados del Atlántico.

Petrobrás indignada

RIO DE JANEIRO (AP).– La empresa estatal brasileña Petrobras se declaró ayer, jueves, indignada por las declaraciones del presidente boliviano Evo Morales, quien sugirió en Viena que el conglomerado petrolero había violado las normas legales de su país.

«Petrobras manifiesta su indignación frente a las acusaciones de que la compañía pueda haber operado, en cualquier momento, deliberadamente al margen de la ley, sea en Bolivia o donde quiera que actúe’’, declaró en un comunicado difundido por la noche.

La declaración de la empresa agregó combustible a la disputa boliviano-brasileña que prendió fuego a partir de la nacionalización de los yacimientos gasíferos por parte del gobierno de Morales.

En una conferencia de prensa en Viena, donde se encuentra junto con otros jefes de estado para la asistir a la Cumbre Unión Europea-América Latina, Morales declaró inválidos decenas de contratos petroleros negociados secretamente con empresas extranjeras que operan en Bolivia.

«Los más de 70 contratos que tenemos hasta ahora…todos son inconstitucionales. Fueron negociados secretamente. El pueblo boliviano no supo nada’’, dijo, para agregar que algunas firmas no respetaban las leyes bolivianas y habían traicionado a su país.

Citó a Petrobras, el inversionista principal de Bolivia. «Yo respeto a los bancos brasileños, a los bancos españoles y a los productores de soya si ellos respetan nuestras leyes’’, dijo Morales. «Pero algunas empresas brasileñas operan ilegalmente en nuestro territorio’’, agregó.