LA PAZ (AFP).- El presidente boliviano, Evo Morales, anunció el inicio de una revolución agraria para regular el ordenamiento y la distribución de tierras fiscales a campesinos pobres, una iniciativa que es fuertemente resistida por los empresarios agrarios del oriente boliviano, la zona más rica del país.

El gobernante socialista entregó el sábado siete decretos y algunos títulos de propiedad a pobladores en una multitudinaria concentración realizada en Santa Cruz, en el este del país, región que concentra el mayor potencial agropecuario y donde están afincados los más prósperos empresarios del sector.

Según Morales los decretos permitirán redistribuir de manera inmediata 2,5 millones de hectáreas de tierras de propiedad del Estado a los pueblos originarios de los departamentos (provincias) orientales de Santa Cruz, Pando y Beni, medida que fue calificada de unilateral y política por los representantes de los empresarios del agro.

En su discurso el Jefe de Estado afirmó que la entrega de tierras fiscales es potestad del Gobierno y que, por tanto, no es negociable y acusó a los empresarios agropecuarios de romper el diálogo el pasado viernes por oponerse a esta medida.

Asimismo les advirtió que el segundo paso de la revolución agraria será la reversión de tierras privadas que no cumplan un fin social.

Quiero advertirles a los empresarios, que la reversión de tierras ociosas, tierras improductivas, será el segundo paso que vamos a dar, sentenció en su discurso.

La administración de Morales se mostró inflexible en su determinación de iniciar el proceso de dotación de tierras a los que no la tienen, en un país en el que los privados controlan el 95% de la tierra sobre la que existen títulos de propiedad.

Morales se propone distribuir hasta el final de su mandato en 2011, alrededor de 20 millones de hectáreas, que en buena parte se encuentra en manos de latifundistas y especuladores, según datos oficiales.

El gobernante socialista pidió a los empresarios agrícolas sumarse a la revolución agraria que será diferente a la de 1952, que instrumentó el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), porque abrirá nuevos mercados en favor de los pequeños y medianos productores y fomentará la producción orgánica y ecológica.

Mauricio Roca, vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente, una de las más poderosas del país, en declaraciones al matutino La Razón de este domingo lamentó que Morales se haya dejado llevar por la tentación de hacer política con la tierra en desmedro de establecer una política nacional consensuada con todos los sectores del área rural.

Para el empresario no existe transparencia en este proceso porque el Gobierno impuso la medida de manera unilateral.

Además expresó su preocupación al asegurar que la mayor parte de la tierra fiscal que será entregada a los campesinos, tiene vocación forestal y que podría ocasionar una degradación del medio ambiente.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas, Carlos Rojas, afirmó que su sector no se opone a la distribución de tierras fiscales siempre y cuando no los afecte y ratificó la intención de reactivar los comités de autodefensa para resistir el avasallamiento de sus tierras.

El gobierno y los empresarios del oriente boliviano rompieron el viernes el diálogo sobre la política oficial de asignación de tierras a los más pobres, pocas horas después de entablarlo.

Los empresarios rechazaron la decisión de Morales de entregar el sábado los títulos de propiedad de tierras fiscales a comunidades indígenas y campesinas en los distritos de Santa Cruz.