LA PAZ (AFP) – El líder cocalero izquierdista Evo Morales aventajaba al ex presidente Jorge Quiroga en la elección boliviana de este domingo por 10,2 a 12 puntos y orillaba un 45% de sufragios, según dos proyecciones separadas sobre la votación, difundidas en La Paz.
La encuestadora Mori daba ganador a Morales por 45% contra 33% de Quiroga, mientras que para Ipsos-Captura Morales aventaja a su rival por 44,5% contra 34,3%. Ambas proyecciones se realizaron en base al conteo primario de una selección de mesas.
Si las proyecciones son correctas, Morales no podrá alcanzar el 50% necesario para ser elegido presidente este domingo, y será el Congreso el que decida a mediados de enero entre Quiroga y Morales quién será el nuevo mandatario de los bolivianos.
Para Mori, el empresario cementero Samuel Doria Medina obtuvo un 10%, mientras que Ipsos-Captura le atribuye 11,7%.
Las empresas encuestadoras no dieron a conocer de inmediato el número de mesas o votantes sobre los cuales se realiza esta proyección.
Fuentes de La Corte Nacional Electoral (CNE), encargada de dar los resultados oficiales, ha señalado que éstos demorarán en ser entregados.
Una vez conocidos los resultados de las encuestadoras, seguidores del cocalero Evo Morales comenzaron a celebrar, mientras que en la campaña del ex presidente Quiroga se señalaba, con prudencia, que se esperarían los resultados oficiales.
Unos 3,6 millones de bolivianos fueron convocados a esta elección, que transcurrió con apenas incidentes menores, aunque hubo grandes quejas por problemas en los padrones electorales, lo que dejó a un enorme número de personas sin poder votar.
En comicios en los que también se elige un nuevo Congreso y -por primera vez en la historia del país- a prefectos (gobernadores) de los nueve departamentos, Bolivia escogía entre el modelo de izquierda pregonado por Morales o el sistema más ortodoxo que propone Quiroga, un tecnócrata formado en Estados Unidos.
Una victoria de Morales podría generar un cambio radical en Bolivia, porque el líder cocalero ha promovido la libertad de cultivo de coca -una planta medicinal que es la base de la cocaína- y un control férreo del Estado sobre las multinacionales de los hidrocarburos. Bolivia tiene la segunda reserva de gas más importante de América del Sur, después de Venezuela.
Morales dijo este domingo, luego de votar, que en su eventual administración «habrá cero cocaína, cero narcotráfico, pero no coca cero».
«La coca ha parido este movimiento de los pueblos, a este instrumento político, la defensa de esta hoja levantó al pueblo organizado», afirmó.
También habló de la nacionalización del gas. Señaló que «la riqueza natural (en su gobierno) va a volver a manos del Estado».
No es claro sin embargo el alcance de la nacionalización de la que habla Morales, quien ha señalado en varios de sus discursos que es necesario trabajar con las multinacionales.
Las elecciones son seguidas con interés especialmente en Estados Unidos, que ve en Morales un peligro para su plan de lucha antidrogas y no mira con buenos ojos sus vínculos con el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el líder cubano, Fidel Castro.
Las elecciones de este domingo tienen carácter extraordinario y son el resultado de una grave crisis que estalló a mitad de año, que culminó con la renuncia del presidente Carlos Mesa el 9 de junio y su reemplazo por Eduardo Rodríguez, mandatario provisional, hasta el próximo 22 de enero.
Esta crisis fue provocada por la insistencia de vastos sectores sociales, que por medio de marchas y bloqueos de rutas, reclamaron la nacionalización del gas. La situación se zanjó con una ley más favorable al Estado.
La ley petrolera obliga a las transnacionales a pasar de un régimen de riesgo compartido (joint venture) a otro de producción compartida.
El tema del manejo del gas será uno de los retos para el próximo presidente, así como también una situación en que el país parece más dividido entre el altiplano indígena del occidente y el este más desarrollado de los llanos, donde se asientan las riquezas gasífera y agroalimentaria.
A comienzo de 2005, Santa Cruz, el departamento más rico del país, inició un movimiento para dotarse de una mayor autonomía frente al poder central de la Paz. Ese reclamo, que encontró eco en los departamentos de Beni, Tarija y Pando, podría ser confirmado en un referendo previsto para el 2 de julio próximo.
Esta autonomía busca, básicamente, que los departamentos tengan más libertad para disponer de sus recursos.