POR FIOR GIL
El secretario de Relaciones Exteriores, Carlos Morales Troncoso, propuso ayer a los organismos financieros internacionales que condonen la deuda a Haití, para hacer más viable la reconstrucción del vecino país y abogó porque los países donantes le agilicen los desembolsos de los fondos de ayuda.

«Hasta ahora, la cooperación económica internacional no ha fluido en la magnitud comprometida y, en algunos casos, Haití ha pagado más a las instituciones de financiamiento que lo recibido», dijo Morales Troncoso.

Al participar en la “Reunión Internacional para la Cooperación con Haití”, que se celebra en Cayena (Guyana Francesa), el canciller dominicano sostuvo que «en una situación como la que vive ese país, lo razonable y lógico es condonar su deuda externa y entendemos que existen fuertes argumentos que sustentan esta posición. De hacerlo, la reconstrucción de Haití se haría más viable».

Morales Troncoso explicó que en julio del año pasado, la Conferencia de Donantes comprometió aproximadamente, US$1,100 millones, sin incluir los préstamos de los organismos internacionales, para ser invertidos en un período que culmina el año próximo.

«Del monto de recursos financieros, sólo se ha aplicado un 8% del total, es decir unos US$90 millones y de esa suma la mitad ha sido para apoyar el proceso electoral», dijo el ingeniero Morales Troncoso.

Añadió que, lamentablemente, a esta lentitud se une la ausencia de una estructura interna para canalizar los recursos financieros y lograr que éstos se expresen en proyectos rigurosamente diseñados y ejecutados con probidad.

“Las naciones donantes tienen que superar esta cruda y penosa realidad», agregó.

Dijo que la solución de la situación haitiana pasa por la superación de dos condiciones, «una es la reconciliación de la sociedad haitiana”.

Agregó que esa es una responsabilidad de sus dirigentes, pero que requiere el apoyo de los países amigos de Haití.

 Dijo que los líderes políticos y sociales de esa nación tienen que poner la tolerancia y la solidaridad por encima de sus querellas y aspiraciones, porque sin concordia no hay solución para Haití.

Sostuvo que la otra condición es «la recuperación económica, que es justamente donde puede y tiene que incidir más poderosamente la solidaridad; pero ambas condiciones estarán muy lejos de lograrse sin la intervención decidida de la comunidad internacional y sin una comprensión a fondo del efecto desestabilizador que la situación haitiana tiene sobre la región y particularmente sobre la República Dominicana».

Dijo que albergan el temor de que Haití se convierta en otro de los tantos lugares olvidados del planeta, convencida la comunidad internacional de lo infructuoso de sus esfuerzos.