LA HABANA (AFP).- El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, llegó ayer, domingo. a Cuba en la primera visita de un canciller europeo desde las sanciones de 2003, y justo cuando se cumplen ocho meses de gobierno provisional de Raúl Castro, con quien se reunirá.

“Muy contento de estar en Cuba, y satisfecho”, dijo escuetamente Moratinos tras llegar a las 20H30 locales (00H30 GMT del lunes) en vuelo comercial al aeropuerto internacional José Martí, donde fue recibido por su colega cubano Felipe Pérez Roque, constató un periodista de la AFP.

Al informar el viernes en Alemania a sus homólogos europeos sobre el viaje, Moratinos destacó que “España no puede estar ausente de Cuba” y agregó que la visita “se enmarca en el deseo de tener un diálogo fluido y firme” con La Habana, asumido por el gobierno socialista de español.

“La visita era necesaria en un momento importante para el futuro de Cuba y el futuro de las relaciones entre Cuba y España”, dijo Moratinos, en alusión a los ocho meses de ausencia del poder de Castro, quien delegó sus funciones a Raúl el pasado 31 de julio, tras una grave cirugía intestinal.

La reunión con Raúl Castro está prevista para la tarde del martes y cerrará la visita de dos días del canciller español, anunció en La Habana la secretaria de Estado española para Iberoamérica, Trinidad Jiménez.

   Moratinos tendrá una sesión de trabajo con Pérez Roque el lunes y se reunirá con el vicepresidente Carlos Lage el martes, visitará el casco histórico de La Habana, la Escuela Latinoamericana de Medicina, y una muestra del pintor español Joaquín Sorolla (1863-1923) en el Museo de Bellas Artes.

   La visita del jefe de la diplomacia española es la primera de un canciller de la Unión Europea (UE) desde que el bloque impuso en 2003 sanciones a Cuba, en represalia por la condena de 75 disidentes -16 de ellos excarcelados por razones de salud- y la ejecución, tras juicio sumario, de tres secuestradores de una embarcación de pasajeros.

   Las medidas, suspendidas temporalmente en 2005 a instancias del gobierno del presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, podrían ser revisadas en junio próximo por la UE.

   Su viaje se realiza en medio de críticas de la oposición conservadora española, y reclamos de las organizaciones Reporteros Sin Fronteras y Amnistía Internacional por la situación de los derechos humanos, y pedidos de la disidencia interna, que ve la visita con reservas.

   “Esperamos que Moratinos le plantee al gobierno que es necesaria la liberación de los presos y la mejora de la situación de derechos humanos. Pero puede (la visita) llenar de gloria o de vergüenza a España”, afirmó Miriam Leiva, activista de las Damas de Blanco, que forman familiares de prisioneros políticos.

   El opositor moderado Manuel Cuesta Morúa opinó que “España ha tratado de privilegiar los contactos eficaces y efectivos sin hacer mucha concesión al simbolismo”, por lo que “quizás no haya una reunión” con la oposición.

   En el campo económico, la visita tiene de telón de fondo un crecimiento del comercio y la posibilidad de discutir una renegociación de la deuda de Cuba con España (unos 1.400 millones de dólares).

   España es el tercer socio comercial de Cuba, detrás de Venezuela y China, con un intercambio bilateral que creció cerca 23% de 2005 a 2006, al pasar de 814 millones de dólares (624 millones de euros) a 932 millones (767 millones de euros).

   La delegación de Moratinos la integran, además de Jiménez, la secretaria de Cooperación, Leire Pajín, y otros funcionarios ministeriales.

   El viaje de Moratinos es el primero de un canciller de España desde 1998, cuando llegó a la isla Abel Matutes, durante el primer gobierno del conservador José María Aznar (1996-2004).