POR ARABELLA MICHELÉN DE DOMÍNGUEZ
Es muy común hoy en día ver entre nuestros adolescentes y jóvenes el uso de aparatos ortodónticos o braces como comúnmente se conocen. Lo que muchos padres desconocen es que un alto porcentaje de estos problemas pudieran ser tratados en un estadio primario y la solución hubiese sido mucho más sencilla y económica.
Empecemos por definir ortodoncia: es la especialidad de la odontología encargada de prevenir y corregir la mal posición dentaria, así como velar por el crecimiento y desarrollo de los músculos y huesos de la cara.
Dentro de esta especialidad se encuentran la ortodoncia preventiva, la cual prepara o crea el espacio necesario para que los dientes permanentes puedan erupcionar en una posición correcta.
Esta etapa del tratamiento ortodóntico es generalmente rápida, indolora y económica. Sin embargo, brinda una gran cantidad de beneficios al paciente de un valor incalculable en la prevención de males mayores.
La ortodoncia preventiva es aplicada en niños a partir de los cuatro años, pero en este momento el ortodoncista no busca enderezar los dientes torcidos sino estimular el crecimiento y desarrollo de los maxilares mediante aparatos miofuncionales y ortopédicos con el objetivo de crear el espacio necesario para cada pieza dentaria.
La ortodoncia preventiva es realizada antes de que el paciente tenga en su cavidad bucal los dientes permanentes. Cuando estos están presentes, ya hablamos de ortodoncia correctiva.
Objetivos de la ortodoncia preventiva
Mantener el espacio en la pérdida a destiempo de los dientes temporarios.
Corregir problemas de mordidas como son la invertida: los dientes de abajo por delante de los de arriba y mordida abierta, donde no hay oclusión dentaria.
Guiar la erupción dentaria de los dientes permanentes.
Malos hábitos: succión de dedos.
Ventajas de la Ortodoncia preventiva:
Ayuda a detectar en los niños dificultades respiratorias tales como: amigdalitis y adenoides.
Disminuye la dificultad en la pronunciación.
Permite una estética facial armoniosa y agradable.
Facilita y/o evita la ortodoncia correctiva.
Eleva la autoestima del niño.
Pasos para una ortodoncia preventiva exitosa:
Examen clínico correcto por un especialista.
Correcto diagnóstico.
Colaboración de los padres.
Incentivar adecuadamente al niño.
Llevar a cabo una excelente rutina de higiene bucal.