POR LOYDA PEÑA
El ex presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Manuel Ramón Morel Cerda, dijo ayer que en tres oportunidades se vio obligado a cancelar a su hija y ex asistente Mayra Morel porque pretendió manipular «situaciones» en ese organismo.

Asimismo, admitió que durante las elecciones legislativas y municipales del 2002 incurrió en falta al presentarse a las Juntas del Distrito Nacional y de Santiago, donde fueron adulterados los resultados de las actas de votación y decidió la solución.

En el programa de televisión Hoy Mismo, Morel Cerda acusó al ex presidente Hipólito Mejía, Eligio Jáquez, Andrés Bautista García, presidente del Senado, y a los jueces de la JCE, Nelson Gómez y Rafael Díaz Vásquez, de complotar para expulsarlo de la Junta mientras se encontraba en Nueva York.

Dijo que posteriormente cuando le planteó al ex presidente Mejía su decisión de renunciar al cargo que ocupaba en la JCE, el mandatario le pidió que no lo hiciera.

«No renuncie porque yo necesito que una persona como usted esté ahí defendiendo la conducta, la buena imagen de la Junta», le habría dicho el ex presidente Mejía a Morel Cerda.

El ex presidente de la JCE dijo que su respuesta a Mejía fue que en las condiciones en que estaba le era imposible permanecer en el cargo.

Morel Cerda no descartó que el interés del ex presidente Mejía para que él se quedara en la JCE era el que no se le contaran los votos.

PALITOS Y CERITOS

Al abundar sobre las elecciones del 2002, dijo que debido a los problemas suscitados en la Junta del Distrito Nacional, dio órdenes de anular 110 actas y reconocer el triunfo del dirigente peledeísta José Tomás Pérez como senador.

Agregó que igual hizo en la Junta de Santiago adonde se presentó sin avisarle a nadie y donde dijo, el propósito del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) era armar un «caos» para que se anularan las elecciones.

Dijo que junto con monseñor Juan Antonio Flores, quien dijo, había llevado la voz cantante en la denuncia del supuesto fraude y de todos los dirigentes peledeísta en la provincia, se revisaron todas las actas en una sesión plenaria que él convocó.

«Revisamos todas las actas una por una y comprobamos que hubo ceritos y palitos, pero ceritos y palitos que lo puso todo el mundo, porque como no se sabían llenar las actas, todo el mundo se puso a llenar actas ahí a lo loco, y entonces se decidió  anular las que resultaron ilegibles, y en aquellas en que no cuadraban los números y en las que aparecían abultados los números a favor del PRD, se le descontaron los votos al PRD», subrayó.

Morel Cerda admitió como un exabrupto suyo decir en la oportunidad que las denuncias de fraude no eran mas que el derecho al pataleo.