Fue prócer de tres guerras patrias. Apenas contaba quince años de edad cuando se afilió al “Batallón Matas” durante las batallas por la independencia. Posteriormente se distinguió por su arrojo en las patrióticas jornadas contra la anexión a España. “Nadie le disputó el mérito de haber sido el héroe en “Arroyo de la Sabana” cuando peleó con el formidable ejército de La Gándara y finalmente lo mantuvo en jaque con 60 hombres por espacio de una hora, más o menos”.
“Desde aquel momento no volvió a envainar su espada de militar pundonoroso, sobresaliendo siempre por su valor en todas las acciones de la guerra”, escribió de él José Gabriel García.
Y además, fue uno de los jefes que más sobresalió en el ataque de “La Canela”, en diciembre de 1864, y en la “Guerra de los Seis Años”, de 1868 a 1874, contra las intenciones de Buenaventura Báez de anexar el país a Estados Unidos.
Se llamó Francisco Moreno, le decían “Sico”, y encarnó el patriotismo desinteresado, fue ejemplo de intrepidez y modelo de honestidad. Su defensa de la soberanía y su pericia militar fueron altamente apreciadas y admiradas por los históricos comandantes a cuyo lado derrotó al enemigo, como José María Cabral, Antonio Duvergé, los hermanos José Joaquín y Gabino Puello y Elías y Francisco Piña, entre otros.
Ha sido reconocido con una pequeña calle de Bella Vista, popular por comercios y hermosos residenciales localizados en ella. Pero el personaje es un desconocido más entre tantos honrados con avenidas de la capital.
Quizá existe una resolución edilicia con la designación. Habrá que investigar dónde se localiza.
Entre los historiadores tradicionales, quien más se ocupó de dar a conocer al “benemérito general” fue José Gabriel García, quien escribió una conmovedora reseña de sus gloriosas actuaciones cuando este falleció en 1884.
De esta necrológica se nutrió Emilio Rodríguez Demorizi, que lo cita en “Hojas de servicios del Ejército Dominicano” y en “Próceres de la Restauración”. Aparecen breves menciones sobre Moreno, además, en “Historia de la Restauración”, de Pedro M. Archambault y en “Gregorio Luperón e historia de la Restauración” y “Relaciones”, de Manuel Rodríguez Objío quien, según apunta Vetilio Alfau Durán, “fue segundo de Francisco Moreno el 8 de agosto de 1865”, dato que extrajo del periódico “El Monitor”. Pero Rodríguez Objío solo se refiere a comunicaciones durante las guerras.
En “Hojas de servicios del Ejército Dominicano”, Rodríguez Demorizi anota que Moreno estuvo “en todas (las guerras) que se han dado contra los haitianos” y añade: “Este jefe cuenta con muy buenos servicios en defensa de su Patria, cooperó a la Anexión, reúne buenas circunstancias”.
“Hijo del deber”. Una de las afirmaciones que mejor refleja la dignidad de Francisco Moreno es la que hace José Gabriel García: “A pesar de tantos méritos adquiridos nunca el general Francisco Moreno exigió nada en los gobiernos amigos. Fue un patriota: hijo tan solo del deber, que no cogió por costumbre, como muchos otros, oscurecer el brillo de sus charreteras, haciéndose pagar sus importantes servicios después de los triunfos”.
Al margen de haber alcanzado, en justicia, el grado de general, solo se encontró que el soldado ocupó las posiciones de Oficial de Estado Civil de San Carlos, en un libro de esta entidad de 1853 a 1879 al que alude Alcides García Lluberes en “Duarte y otros temas”. Para octubre de 1853 ocupaba el cargo de Ministro del Interior y Policía, según Rodríguez Demorizi.
García consigna que se distinguió entre todos los jefes del Sur de la República por sus méritos relevantes, su honradez y sus buenas cualidades de carácter. “Tanto en la guerra como en la paz, obtuvo siempre entre sus amigos y entre sus compañeros de armas, las consideraciones y el respeto a que era acreedor”.
Desde su participación en el “Batallón Matas”, a veces a las órdenes de los Puello y de los generales Duvergé y Cabral otras, “fue adquiriendo grados en el ejército libertador hasta que llegó a coronel, viniendo después a ser jefe del mismo Batallón Matas, gloria de los Piña y de la República”.
García reitera que “no se vendió nunca el general Moreno, y como aquel que había luchado infatigable por afianzar nuestra Independencia, le repugnó el acto de la anexión a España” y tan pronto como sonó en Capotillo el grito de la Restauración, “reunió unos pocos valientes y a la cabeza de ellos, en la mañana del 19 de septiembre de 1863, tremoló en el pueblo de Las Matas de Farfán el pabellón cruzado e hizo pronunciar toda aquella común por la santa causa redentora”.
Y a continuación, García enumera todos los lugares y batallas en que dirigió a soldados por la libertad.
En la “Guerra de los Seis Años”, “que se levantó en esos pueblos heroicos del Sur para contrarrestar la tiranía del que impunemente quiso anexar el país a los americanos del norte, fue Francisco Moreno uno de los generales que nunca perdió la fe en el triunfo de la causa, y a quien jamás pudieron enfriar ni la cobardía de algunos, ni las derrotas en los tiempos luctuosos de aquella jornada…”.
Tampoco pudieron detenerlo, agrega, “los patíbulos que se levantaron en todo el país, la amenaza constante de muerte con que se infundía el terror en aquellos lugares, ni los asesinatos verificados en ellos que dejaron charcos de sangre, y que cometían, a cada paso, las tropas del tirano”.
No se establece la fecha de nacimiento de Francisco Moreno ni se habla de sus hijos y esposa. Algunos autores se refieren a su prole sin decir sus nombres. No se encontró ninguna imagen de “Sico” que ofrezca ideas de su fisonomía.
El heroico general falleció en marzo de 1884, víctima de una pulmonía aguda, “en su campo de Rebó, sección de Las Matas de Farfán”.
Al respecto expresa García: “A la noticia de su muerte, la Patria le debe expresiones de gratitud y ayes de duelo”.
La calle. La calle “Francisco Moreno” está localizada en Bella Vista, entre las avenidas Anacaona y Sarasota. En la primera se colocó un gran rótulo que indica su dirección.
No fue posible conocer la fecha en que bautizaron esa vía con el nombre del ilustre prócer de las guerras patrias.