«Mortal» estado de pobreza en RD

«Mortal» estado de pobreza en RD

POR CLAUDIO CABRERA
En tanto progresa la confección final del nuevo «Mapa de Carencias» por parte de la Oficina Nacional de Planificación, la reciente «Encuesta de Condiciones de Vida» (Encovi) ha dado como resultados preliminares una caída «mortal» en términos de los niveles de vida al verificarse una profundización del estado de pobreza en los estratos económicamente inferiores de la población.

La encuesta ENCOVI, que elaboran conjuntamente varias entidades gubernamentales coordinadas a través de la Onaplan, será dada a conocer dentro de pocos días y mostrará una creciente caída en los niveles de satisfacción de necesidades de bienes y servicios a los que la población económicamente menos pudiente estuvo acostumbrada desde mediados de los año s 90 y hasta principios de la presente década.

Según adelantaron profesionales vinculados a las instituciones responsables de la elaboración e interpretación de los resultados de dicha encuesta, los niveles de vida decrecientes entre la población pobre del país desde el año 2003 hasta la fecha, originaron entre otras consecuencias medibles, una caída en el ingreso per cápita de los dominicanos.

Resultado de la inflación registrada en el país debido a los efectos colaterales registrados tras la crisis financiera que se desató en el país desde ese año y que propició la intervención de las autoridades gubernamentales y monetarias, el peso dominicano perdió poder adquisitivo frente al dólar estadounidense, cuyo encarecimiento en el mercado determinó a su vez un creciente deterioro en las condiciones sociales de vida de los dominicanos.

Igualmente sufrieron un severo deterioro los servicios públicos, principalmente de atención a la salud, a los que usualmente tienen acceso los sectores más empobrecidos del país, enfatizando de esta manera un estado de postración y de pobreza generalizado entre los estratos más vulnerables de la población, lo cual abarcó a sectores de clase media.

La pérdida del poder adquisitivo del salario de los trabajadores se constituyó también en una resonancia de la secuela de efectos negativos a que conllevó la súbita emergencia de la crisis que hizo estragos en toda la economía del país, según lo registran los organismos multilaterales internacionales.

El estudio, según expone además que los efectos negativos medidos a través de las repercusiones en diferentes segmentos de la población, sobre todo al profundizar desigualdades entre los géneros en perjuicio de las mujeres en los segmentos más empobrecidos, quienes resultan más afectadas y expuestas a los efectos de la crisis.

También se midieron resultados similares entre la población infantil, así como entre la población de envejecientes ubicadas en dichos estratos sociales inferiores.

LOS ESFUERZOS DEL GOBIERNO

Para contrarrestar los problemas que acarrea la pobreza que se ha expandido en el país en el transcurso de los últimos años, los expertos en medición de la situación social que han enfocado las consecuencias tanto en el medio rural como en el urbano, proponen la necesidad de que las autoridades apuntalen los programas destinados a mejorar las condiciones de vida en el seno de los estratos más empobrecidos.

Aunque se trata de una tarea difícil ya que las autoridades están inmersas en un programa de recuperación global de la economía y deben atender muchas prioridades, se estima que el gobierno debe orientar más recursos locales y externos para neutralizar los efectos dañinos de la pobreza en el país.

Por eso se considera la necesidad de asumir una doble estrategiapara erradicar la pobreza y el hambre.

De un lado, adoptar medidas directas para mejorar el acceso de quienes se encuentren en una situación de pobreza extrema a los alimentos que necesitan.

Y por otro lado, impulsar la promoción de un desarrollo agrícola y rural de base amplia, lo que creará más oportunidades para una salida sostenible a la pobreza.

Ambos elementos podrían contribuir de manera fundamental a una reducción rápida, sustancial y sostenible de la pobreza y del hambre en todo el país.

ERRADICAR LA POBREZA

Al ponderar la necesidad de reducir la pobreza en el país, la Oficina de Desarrollo Humano (ODH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) plantea en su boletín correspondiente a diciembre del año pasado que acorde con el Objetivo Uno de Desarrollo del Milenio del organismo multilateral, se procura erradicar en los países la pobreza extrema y el hambre.

Al respecto sostiene que «La desnutrición es la manifestación más grave de la «subnutrición» y asume dos formas en menores de 5 años». La primera de dichas formas la constituye un estado agudo caracterizado por bajo peso para la talla promedio y crónica en que se refleja una baja talla para la edad.

Destaca que de acuerdo a estimaciones hechas por la FAO, el porciento de la población por debajo del nivel de consumo de energía alimentaria no ha disminuído lo suficiente para lograr la meta.

Agrega que asumiendo la definición internacional de pobreza, que toma por parámetro ingresos de US$2.0 dólares por día por persona, un 12.16% de la población, o sea, 904 mil 274 personas «estaba por debajo de la línea de pobreza en el año 2000». Pero destaca que dos años más tarde, hacia el 2002, el porcentaje ascendía a un 12.96%, o sea, un millón 361 mil 603 personas.

Al cuestionar sobre la posibilidad de reducir la pobreza extrema a la mitad para el 2015, desde un 5.0% hasta un 2.5%, resalta que esto sólo será posible «si se repite el ritmo de crecimiento de ladécada de los 90 y no se deteriora la distribución equitativa del ingreso».

Argumenta que incluso si se mejora la distribución del ingreso habrá que hacer menos esfuerzos para alcanzar la meta Uno de reducir el estado de pobreza extrema entre muchos dominicanos.

La publicación señala que el 28% de la población dominicana al año 2000 estaba en condiciones de pobreza extrema, situación que empeoró en el año 2003 cuando el 33% de la población pasó a vivir en ese estado.

«Al mismo tiempo -sostiene el boletín «Desarrollo Humano» de la ODH-PNUD, el 54% de la población estaba por debajo de la línea de pobreza en el 2000 y para el año 2003, ese resultado ascendió a 62% en estado de pobreza».

Concluye señalando que entre abril del 2000 y octubre del 2003 la cantidad de personas que se movieron a una situación de pobreza fue de un millón 35 mil 407 y de 653 mil 838 a pobreza extrema.

Llama la atención sobre la necesidad de que las autoridades del gobierno pongan en marcha programas destinados a reducir el hambre dando acceso a los alimentos a sectores empobrecidos en el país, así como a incrementar la redistribución del ingresoa través de la puesta en marcha de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza en República Dominicana.

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