Mortífero atentado antichiita en el corazón
de Bagdad

Mortífero atentado antichiita en el corazón <BR>de Bagdad

Por Ammar Karim
BAGDAD,  (AFP) – Once personas murieron en un atentado suicida cometido este viernes contra una mezquita chiita en pleno corazón de Bagdad, a pesar del férreo dispositivo de seguridad instaurado desde hace tres días en la capital para atajar la violencia.

Otros 10 iraquíes perdieron la vida en ataques por todo el país, dos de ellos al caer un obús de mortero en una casa y un comercio en el norte de la capital, mientras que 10 civiles fueron secuestrados al sur de Bagdad.

«Once personas murieron y 25 resultaron heridas» en el atentado en la mezquita Buratha, donde en abril pasado un triple atentado suicida dejó 90 muertos y 175 heridos, declaró una fuente de la seguridad iraquí.

El atentado se registró hacia las 12H15 locales (08H15 GMT), cuando los fieles empezaban a reunirse para la oración semanal.

Fue perpetrado en el tercer día de aplicación de un plan de seguridad en el que participan más de 50.000 soldados y policías iraquíes y militares de la Fuerza Multinacional.

Aunque hasta el momento se ignoran las circunstancias exactas del atentado, una fuente de seguridad estimó que su autor probablemente iba vestido de mujer o de religioso chiita, dado que la seguridad fue particularmente reforzada en torno a la mezquita desde el atentado de abril, uno de los más sangrientos cometidos hasta la fecha en la capital.

Entonces, la policía concluyó que los tres kamikazes iban vestidos de mujer debido a que éstas no eran registradas a la entrada de la mezquita.

Más de 50.000 soldados y policías iraquíes y militares de la Fuerza Multinacional participan en este dispositivo que prevé múltiples patrullas, retenes adicionales y registros para encontrar a insurgentes. También incluye la prohibición para los vehículos de circular los viernes de 11H00 a 15H00 locales (07H00-11H00 GMT).

El plan de seguridad del nuevo gobierno del primer ministro Nuri al Maliki fue instaurado a raíz de amenazas de ataques de la facción iraquí de Al Qaida, que quiere vengar la muerte de su jefe, Abu Musab Al Zarqaui, que fue eliminado el 7 de junio en un bombardeo estadounidense al norte de Bagdad.

En la víspera de su lanzamiento, el presidente norteamericano, George W. Bush, efectuó una visita sorpresa a la capital iraquí para brindar su apoyo a Maliki.

Por su parte, Turquía dijo que hace todo lo posible para obtener la liberación de un turco secuestrado en Irak y cuyos captores exigen, según la cadena de televisión Al Yazira, el retiro del embajador y que las empresas turcas dejen de transportar material a las bases estadounidenses.

Frente a este estancamiento de la seguridad, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó informalmente la prórroga del mandato de la Fuerza Multinacional (FMN) bajo mando estadounidense en Irak.

El Consejo dijo que «sigue esperando el día» en que las fuerzas de seguridad «puedan asumir la plena responsabilidad del mantenimiento de la seguridad y la estabilidad en Irak, permitiendo así el fin del mandato de la FMN».

 Pero en Tokio, la prensa indicó que el primer ministro, Junichiro Koizumi, anunciará la próxima semana el inicio de la retirada de los 600 soldados nipones desplegados en Samawa (sur de Irak).

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