Si cuenta con un espacio exterior adecuado para ambientarlo a sus necesidades y gustos, no deje de aprovecharlo a su máxima expresión, y no se limite porque considere que el espacio es pequeño, pues existen buenas soluciones para todos los casos, e incluso para esos lugares donde el espacio es reducido, encontrará más consejos en las publicaciones especializadas. 

Aproveche el verano para remozar o remodelar las áreas expuestas al sol o al aire libre. Utilice maceteros, los cuales incluso los hay elaborados con mosaicos, o fuentes diseñadas con este mismo material, el recurso de agua corriendo le ofrece al espacio una sensación de frescor incomparable.

Aparte de mesas puede incluir bancos revestidos con mosaicos, los cuales aportarán colorido; asimismo, si quiere probar su imaginación, puede crear un mural con el diseño o figura que desee, solamente es cuestión de disponerse a hacerlo. Deje volar su imaginación y se sorprenderá de los resultados.

De interés

Para los romanos, los mosaicos fueron un elemento decorativo en la arquitectura. Desde el principio se utilizaban tanto en techos como en paredes, y no en suelos, porque al parecer tenían miedo de que no tuvieran suficiente resistencia a las pisadas.

Luego, al descubrir que se podía pisar sin riesgo, se comenzó a utilizar a tal punto que, los mosaicos como pavimento eran para los romanos, lo que sería hoy una alfombra persa y de gran calidad.

En el año 330, el emperador Constantino trasladó la capital del Imperio Romano de Oriente a Bizancio, ofreció facilidades y favoreció en gran medida a los maestros griegos y romanos fabricantes de mosaicos.

De interés: La Kasbah, avenida Rómulo Betancourt 1460. Tel. (809) 532-9517.