Moscas de la fruta capaces de reproducirse sin necesidad de un macho es lo que ha logrado un equipo de científicos que descubrió y activó la causa genética del nacimiento virginal en este insecto, una capacidad que se transmite de generación en generación.
La mosca de la fruta de la especie Drosophila melanogaster suele reproducirse sexualmente, pero un equipo coordinado por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) logró nacimientos virginales o “partenogénesis”, el proceso por el que un óvulo se convierte en un embrión sin fertilización por esperma.
La investigación que publica Current Biology indica que, esta capacidad, una vez inducida, se transmite de generación en generación. Las crías pueden reproducirse sexualmente si hay machos alrededor, en caso contrario lo hacen de forma virginal.
La descendencia de un nacimiento virginal no son clones exactos de la madre, pero son genéticamente muy similares y siempre son hembras.
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“Fue muy emocionante ver cómo una mosca virgen producía un embrión capaz de desarrollarse hasta la edad adulta y luego repetir el proceso”, explicó la primera autora del estudio Alexis Sperling.
Las moscas hembra manipuladas genéticamente esperaron a encontrar un macho durante la mitad de su vida, unos 40 días, “pero luego se rindieron y procedieron a tener un nacimiento virginal”, agregó.
En la segunda generación de moscas, sólo entre el 1 y el 2% con capacidad de parto virginal tuvo descendencia de esa forma y ocurrió cuando no había moscas macho alrededor, pero si estos existían las moscas se apareaban y reproducían de forma normal.
Antes de llegar a la mosca manipulada, el equipo tuvo que secuenciar los genomas de dos cepas de otra especia de mosca de la fruta, la Drosophilia mercatorum. Una de ellas necesita machos para reproducirse y la otra lo hace por nacimientos virginales.
Así, pudieron identificar los genes que se activan o desactivan cuando las moscas hembras se reproducen sin necesidad de macho.
El siguiente paso fue alterar los que se creía que eran los genes correspondientes en la mosca de la fruta modelo, Drosophila melanogaster, y funcionó.
Emplear el nacimiento virginal puede ser una estrategia de supervivencia, así una generación puntual de estos puede ayudar a mantener la especie.
Sperling trabaja ahora en las plagas de los cultivos y espera investigar por qué el nacimiento virginal en los insectos puede ser cada vez más común, sobre todo en las especies plaga.
“Si existe una presión de selección continuada a favor de los nacimientos virginales en las plagas de insectos, como parece ser el caso, acabará por hacer que solo se reproduzcan de esta forma”, lo que podría ser “un verdadero problema para la agricultura, porque las hembras solo producen hembras, con lo que su capacidad de propagación se duplica”, indicó. En la investigación, que duró seis años, se usaron más de 220.000 moscas de la fruta vírgenes y la clave fuer trabajar con Drosophila melanogaster, algo que, según los investigadores, habría sido increíblemente difícil en cualquier otro animal. Ese tipo de mosca es el “organismo modelo” de la investigación genética desde hace más de 100 años y sus genes se conocen muy bien, indicó la Universidad de Cambridge