Moscú promoverá acuerdo de Ginebra en la ONU; rebeldes sirios sufren revés

<P>Moscú promoverá acuerdo de Ginebra en la ONU; rebeldes sirios sufren revés</P>

DAMASCO. AFP. Rusia anunció hoy que instará al Consejo de Seguridad de la ONU a aprobar el acuerdo de Ginebra sobre los principios de una transición política en Siria, donde el ejército infligió este sábado un revés a los rebeldes en la batalla de Alepo (norte).  

En el terreno, después de 20 horas de combates en los que echó mano de tanques y helicópteros, el ejército sirio repelió un ataque de los rebeldes contra un cuartel del este de Alepo, en el que estos lograron entrar el viernes.  

Según una fuente militar en Alepo, donde el régimen y la insurgencia libran una batalla estratégica desde el 20 de julio, los soldados consiguieron destruir seis todoterrenos, donde los insurgentes comenzaron a cargar armas tomadas de la armería.  

«Los rebeldes pusieron todo su empeño en esta batalla porque carecen de armas», precisó la fuente militar.  

Varios testigos indicaron que «hubo muchas víctimas en ambos bandos».  

Los rebeldes, no obstante, no parecían arredrarse. En el norte de Alepo lanzaron un ataque en el barrio de Midán, controlado por las fuerzas de seguridad, por lo que hubo violentos combates, según los habitantes y fuentes militares.  

Tomaron además el Centro San Vartan, una ex escuela armenia convertida en un hogar jesuita para refugiados iraquíes y sirios, precisaron las fuentes.  

Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los rebeldes también atacaron un puesto de control del ejército en la zona industrial de Al Layramun (noroeste). Cinco asaltantes murieron y varios miembros de las fuerzas del régimen perdieron la vida o resultaron heridos.  

Al menos 14 personas murieron este sábado en Siria, de las cuales nueve rebeldes, según un balance provisorio del OSDH que dio cuenta de 136 muertos el viernes. Estas cifras son imposibles de verificar con una fuente independiente. 

Moscú defenderá acuerdo de Ginebra. Mientras tanto, la vía diplomática sigue empantanada y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, anunció este sábado desde Vladivostok que Rusia quiere volver a fines de septiembre al Consejo de Seguridad para conseguir su bendición al plan de paz acordado por las potencias mundiales en Ginebra el pasado 30 de junio.  

Sin pedir la partida de Bashar al Asad, el plan de Ginebra pide a todas las partes en conflicto en Siria que decreten un alto el fuego, y contempla también la formación de un gobierno de transición y una revisión de la Constitución.  

El canciller ruso, que acababa de reunirse con la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, hizo oídos sordos al llamado de Washington para incrementar la presión económica al país árabe.  

«No apoyamos sanciones porque (éstas) no consiguen nada», dijo a la prensa.   Clinton le dijo a Lavrov que está dispuesta a otro intento en el Consejo de Seguridad sobre la base del Plan de Ginebra pero siempre y cuando se prevean sanciones «en caso de no respeto» de las condiciones, como por ejemplo sanciones económicas, informó un representante del gobierno estadounidense.  

Rusia es el principal apoyo diplomático y militar del régimen sirio y ha irritado a los países occidentales con el veto, junto a China, de tres intentos de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pretendían incrementar la presión contra el régimen de Asad.  

El canciller belga, Didier Reynders, incidió en la cuestión invocando el principio del «deber de injerencia» en Siria si Rusia y China siguen bloqueando resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU.  

Según el ministro, «el debate que se plantea es: ¿dejamos instalarse esta guerra civil, que será cada vez más violenta (…) o consideramos que el deber de injerencia debe imponerse en un momento dado?».  

A nivel del conjunto de la Unión Europea, los ministros de Relaciones Exteriores anunciaron que «hay un consenso» para imponer nuevas sanciones contra el régimen sirio.  

«Hay un sentimiento generalizado que hay que aumentar la presión sobre el régimen para conseguir el cese de la violencia y permitir el acceso de la ayuda humanitaria en todo el país», dijo el ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, en una reunión informal celebrada en Pafos, Chipre.

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