Moscú tilda las acusaciones de injerencia en Cataluña de «histéricas»

Moscú tilda las acusaciones de injerencia en Cataluña de «histéricas»

Mocù. Rusia negó el miércoles cualquier injerencia o intento de desestabilización en la crisis catalana, denunciando que las sospechas emitidas por las autoridades españolas y la OTAN en su contra son «infundadas» e «histéricas».

«Consideramos esas afirmaciones infundadas y parecidas, voluntariamente o no, a la histeria que observamos en Estados Unidos y otros países», declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Los ministros españoles de Relaciones Exteriores y de Defensa alertaron, en una reunión con sus homólogos de la Unión Europea el lunes, de las «desinformaciones» y las «manipulaciones» en internet sobre la crisis catalana, originadas, según ellos, en «territorio ruso».

Si bien Madrid no apuntó directamente al Kremlin por esta supuesta injerencia, las ediciones en castellano de los medios controlados por el Estado ruso RT y Sputnik fueron acusadas por el diario El País de haber hecho «campaña» por «el independentismo catalán».

«Ni las autoridades ¡españolas¿ ni la OTAN ni los diarios aportaron ningún argumento válido a favor de estas acusaciones», afirmó Peskov.

El jueves, el general estadounidense Curtis Scaparrotti, jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, también instó a Rusia a «dejar de interferir» en las elecciones en Europa, incluida Cataluña.

«Algunos de nuestros socios en Europa y ¡en Estados Unidos¿ no tienen nada mejor que hacer que acusar a nuestros medios y calificarlos de ‘agentes extranjeros'», ironizó por su parte el miércoles el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov.

«Es probable que una histeria sensacionalista así se mantenga para desviar la atención de los electores de la incapacidad ¡de las autoridades¿ para solucionar los problemas internos» en los países que acusan a Rusia, consideró.

Las autoridades estadounidense suelen acusar a RT y a la agencia de prensa Sputnik de difundir propaganda del Kremlin y sospechan que actuaron para tratar de influir en la campaña de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016.

La cadena rusa RT, cumpliendo con las exigencias de Washington, tuvo que registrarse como «agente extranjero» en Estados Unidos, lo que la obliga a comparecer regularmente ante las autoridades estadounidenses, so pena de que congelen sus cuentas.

En represalia, Rusia preparó una ley para que cualquier medio internacional que opere en Rusia pueda ser declarado «agente extranjero», un texto que fue respaldado en votación por los diputados rusos.