POR JORGE EBRO
De El Nuevo Herald
JUPITER. – Guillermo Mota puede ofrecer mil razones para demostrar por qué merece el puesto de cerrador, pero prefiere escoger una que según él es irrefutable: aprendió con el mejor en su oficio.

Durante dos años, Mota le preparó el camino a Eric Gagné y fue testigo en primera fila de la maestría del super taponero de los Dodgers de Los Angeles, quien hilvanó una impresionante racha de 84 salvados consecutivos.

»»Yo terminaba mi trabajo y me quedaba [en el banco] a verlo lanzar el noveno inning»», comentó el dominicano. «De él aprendí cómo prepararme mentalmente, pero la mejor enseñanza fue el uso de los cambios de velocidad. Fueron clases magistrales»».

Como si fuera poco, Mota también recogió un puñado de buenos consejos que le dejara su amigo y compatriota Armando Benítez, quien ocupó la posición de cerrador con los Marlins de la Florida en el 2004.

El actual miembro de los Gigantes de San Francisco venía de un año difícil y con los peces restableció su fama de taponero excepcional al terminar con 47 rescates. Desde que Mota llegara a los peces en julio del 2004, Benítez comenzó a prepararlo ante su eventual partida.

»»Armando hablaba mucho conmigo, porque él sentía que no iba a permanecer este año»», manifestó Mota. «Me dejó dos excelentes consejos: que no le tuviera miedo a nadie y que tratara siempre de sacar el primer out [en cada ocasión] porque eso me facilitaría el resto del trabajo»».

Cuando Benítez firmó con los Gigantes, Mota se dio cuenta de que la oportunidad de su vida había tocado a su puerta y que habría sido un error no dejarla entrar. Luego de varios años de observar a los grandes, le toca inscribir su nombre en la elite de los cerradores.

Ya los Marlins habían hecho sus planes con Mota para el caso de que Benítez no permaneciera en el equipo y cuando lo trajeron de Los Angeles, junto con Paul Lo Duca y el dominicano Juan Encarnación, se le habló de esa posibilidad futura.

Pues bien, el futuro es ahora. La oportunidad la pintan calva para que sea Mota el hombre que domine el fiero out 27 para los Marlins.

»»Estoy listo para esa función»», indicó el veloz dominicano. «Tengo las habilidades, las condiciones físicas, el fuego y el deseo. No veo la hora de que empiece la temporada para comenzar a poner el punto final en los juegos»».

Para los Marlins, la situación no puede ser mejor. De hecho, es muy parecida a cuando Ugueth Urbina y Braden Looper compartieron en el 2003 el puesto de taponero, hasta que el venezolano se hizo con esa responsabilidad.

Jack McKeon sabe que Mota lleva ventaja para ocupar la posición y será el hombre al inicio de la campaña, pero si no logra hacer la transición con facilidad o no la hace del todo, ahí tendrá a mano a Antonio Alfonseca.

»»Cualquier manager envidiaría mi posición»», afirmó McKeon, entre bocanadas de su inseparable habano. «Tengo dos cerradores y muy buenos. Mota está deseoso de demostrar lo que vale y es de los que siempre pide la bola. El sabe que la oportunidad no puede ser mejor para él»».

Tan buena es que los propios Marlins le sugirieron a Mota que no interviniera en el béisbol invernal de su país para evitar un exceso de trabajo y el posible cansancio en una larga temporada.

»»Es cierto que al final de la temporada del 2004 me cansé un poco y por eso les hice caso»», admitió Mota. «Ahora me siento mejor que nunca y el cuerpo lo que me pide es trabajo y nada más que trabajo. Pónganle el cuño, el cerrador de este equipo soy yo»».

Así lo esperan también los Marlins, que entrenan a todo vapor en Júpiter con miras a la temporada del 2005.