Hoy 
LUIS E. RANGEL
Guillermo Mota tendrá que esperar para mostrar con los Marlins su valía en el rol en el que es considerado uno de los mejores de la pelota.
Pero eso no le impedirá al dominicano ayudar a su nuevo equipo. De hecho, Mota, quien llegó a los peces con la misión de prepararle el terreno al cerrador, será usado ahora por el mánager Jack McKeon como el taponero mientras se recupera Armando Benítez.
El dominicano, que ocupa el segundo puesto en el departamento de juegos salvados en la Liga Nacional, fue colocado ayer por los Marlins en la lista de inhabilitados, con fecha retroactiva al 23 de julio, lo que quiere decir, que Benítez pudiera volver a la acción para el sábado cuando los actuales monarcas de las Grandes Ligas reciban a los Cerveceros de Milwaukee.
Benítez, quien tiene 33 rescates en 36 oportunidades, presenta una inflamación en el codo derecho y no lanza desde el 22 de julio cuando enfrentó a los Filis de Filadelfia.
El domingo trabajó en el bullpen y luego de terminar su labor dijo que no tenía toda su velocidad en el brazo. Se espera que salga de nuevo hoy a realizar otra sesión de envíos para evaluar cómo va evolucionando la lesión.
Mota exhibe foja de 8-4 con 2.14 de efectividad y tiene un rescate. De por vida en las Mayores suma apenas dos juegos salvados. Pero esto no le preocupa al quisqueyano.
»»Ya en una ocasión fui cerrador con las Estrellas Orientales y me fue bien»», reconoció el serpentinero derecho, quien en la temporada del 2000-01 en la liga invernal de su país se apuntó seis rescates en 18 partidos y efectividad de 2.95.
Mota posee un repertorio que pudiera ser la envidia de cualquier otro cerrador. Su recta viaja con frecuencia entre las 95 y 98 millas, que combinada con un slider cortante, lo convierte en un serpentinero difícil de batear. Los toleteros contrarios le promedian apenas .228 en el 2004.
El relevista de 31 años pudiera ver acción por primera vez con Florida en la serie que inician hoy los Marlins en Arizona, en el Bank One Park ante los D-Backs.
Para ello, los peces deberán llegar con ventaja a los innings finales, una situación que no parece difícil ante un rival que en el papel y en la tabla de posiciones es inferior al floridano.
Los Marlins rivalizarán contra unos diezmados Diamondbacks que no contarán con sus dos principales armas ofensivas: Steve Finley, quien fue canjeado el pasado fin de semana a los Dodgers de Los Angeles, y el cubanoamericano Luis González, quien justamente ayer era intervenido quirúrgicamente y perderá el resto de la temporada.
Los Marlins abren su serie con el zurdo Dontrelle Willis en la lomita, mientras que los Diamondbacks lo harán con Casey Fossum, quien exhibe una alta efectividad de 6.55 y un discreto récord de 2-10.
Posteriormente, los peces irán ante el siempre intimidante Randy Johnson, quien ha sido prácticamente ilegible para los Marlins. El zurdo exhibe porcentaje de carreras limpias de 0.97 contra los floridanos desde el 2001.
Los Marlins regresarán a casa para iniciar el viernes una serie de tres citas ante los Cerveceros, otro rival que por lo que se plantea sobre el papel, debería »»ayudar»» a los peces a recuperar posiciones.
