POR LLENNIS JIMÉNEZ
Representantes de los cinco moteles de la autopista 30 de Mayo que la Sala Capitular del Distrito Nacional ordenó cerrar provisionalmente, negaron ayer que ocupen terrenos del Parque Nacional Litoral Sur y uno de los encargados de los negocios acusó a los regidores de aplicar la medida para «chantajear» a cambio de dinero.

Los dueños de las cabañas Okey, Presidente, Honey Moon, Tía Tania y Hey, rechazaron haber construído dentro de los 60 metros correspondientes al espacio de la pleamar y afirmaron que sus edificaciones fueron autorizadas y supervisadas por el Ayuntamiento del Distrito Nacional.

Sin embargo, consideraron que si la Sala Capitular autorizó al síndico Roberto Salcedo a cerrarle sus moteles hasta tanto se derriben las construcciones que se consideran que están en el Litoral Sur, lo que las autoridades municipales tienen que hacer es actuar.

Algunos representantes de estos moteles indicaron no haber sido notificados, ni consultados por la comisión especial de regidores que estudió el caso.

El encargado de cabañas Key, Magdaleno Núñez, opinó que no es cierto que la mayoría de los regidores tengan interés de defender el espacio de la pleamar y la belleza de la zona protegida. Consideró que si los dueños de los moteles se unen y le entregan un «dinero» a los regidores, de seguro que le dan para atrás a la resolución que recomienda el cierre provisional de los negocios.

Expresó, asimismo, que los regidores debieron adoptar la decisión cuando las edificaciones se estaban levantando, porque las cosas con tiempo se solucionan. «Ese es un chantaje de ellos a ver lo que consiguen». Las 60 cañabas Okey fueron construídas hace alrededor de nueve años. Su encargado indicó que dejaron sin construir el espacio cercano al mar, donde tenían previsto levantar dos habitaciones.

Entretanto, el administrador de cabañas Tía Tania, quien solo se identificó como Chan, afirmó que ese negocio reservó más de los 60 metros de la pleamar, una parte dentro de su local y otra en el área exterior. Sostuvo que las autoridades locales están amparados en una ley y que lo que deben hacer es proceder. Tía Tania cuenta con 45 cabañas sencillas y ejecutivas, en condiciones similares a los demás negocios.

Mientras que Gerardo García, supervisor del motel Honey Moon, afirmó que las 24 cabañas que forman ese negocio no obstruyen áreas del Litoral Sur y que, de ser así, será el dueño quien decidirá la forma en que actuará.

De su lado, la representante del motel Presidente, Jeimy Peguero, explicó que el gobierno local no puede destruir su negocio sin antes conversar con ellos y planteó que no tenía idea de lo que se trató en la Sala Capitular.

Eddy Mejía, encargado de cabañas Hey, manifestó que el Ayuntamiento no les avisó que haría una resolución que afectaría su inversión. Precisó que cualquier decisión al respecto tendría que tomarla el propietario de las 65 habitaciones.

No obstante, los regidores afirman que estos cinco moteles fueron construídos en áreas protegidas y según la resolución, se persigue evitar que los desechos sólidos y las aguas servidas sean lanzados al mar Caribe.