Movimiento mundial contra el uso de materiales plásticos

Movimiento mundial contra el uso de materiales plásticos

Desde hace varios años se observa cómo a nivel mundial existe una cultura generalizada para prohibir la utilización de fundas, vasos, platos, cubiertos y otros utensilios fabricados con materiales plásticos no degradables, lo cual pone en peligro, tanto la raza humana, como la fauna y la vida marina. En varios canales de televisión dedicados a la vida silvestre hemos observado cómo tortugas, albatros y peces han perecido por no poderse liberar de un objeto plástico que les cubre su cuerpo.

En estos días, el Ayuntamiento del Distrito Nacional encabezado por su alcalde, David Collado, voluntarios, personal del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MMARN) y del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), llevaron a cabo una campaña para liberar de plásticos y otros desechos el litoral del mar Caribe que baña la ciudad de Santo Domingo, recogiéndose según los estimados, alrededor de quinientas toneladas de desperdicios, la mayoría no degradables.

No obstante estarse llevando a cabo una campaña denominada “Dominicana Limpia”, los habitantes de esta media isla, continúan botando a las calles, parcelas vacías, ríos, cañadas y el mar, desperdicios la mayoría de ellos no degradables, perjudicando directamente la flora, fauna y el hábitat humano, lo cual puede ser motivo de epidemias, al afectar al mismo tiempo la apariencia estética de las ciudades y campos.

Los envases de plásticos para comida que se venden en los restaurantes, paradas en las carreteras y hasta los encargos hechos para ser entregados por los llamados delivery’s, obstruyen cuando son arrojados desde los vehículos, sobre todo los públicos y autobuses interurbanos, los sumideros, desagües y registros causando grandes trastornos a los usuarios. Hemos visto, en una calle cuyos registros han sido robados, fruto del vandalismo metalúrgico,aumentar peligrosamente el nivel del agua, hasta alturas que sumergen vehículos de motor y que ponen en riesgo, viandantes y menores que se arriesgan a cruzar la calles así inundadas.

A nivel mundial hay operativos para frenar el uso de fundas plásticas en los supermercados y lugares de abastos de productos alimenticios. Ya los clientes llevan una funda hecha en tela o lona en la cual depositan lo comprado, ya que de no llevarla, el establecimiento le suministra una en papel degradable, pero la misma tiene un costo. Es por eso que los usuarios previo a ir de compras, buscan su recipiente para evitar tener que pagar por el envase.

En nuestro país, creo que se está poniendo en práctica este sistema y ya notamos cómo las amas de casa van a los establecimientos con sus bolsos. Esta campaña debería ser auspiciada por el (MMARC) y los establecimientos comerciales vender a precio de costo, o más práctico, regalar a los clientes habituales el recipiente con la promoción del negocio impresa en el mismo.

El MOPC debería, al momento de emitir la revista a los autobuses y los minibuses (voladoras), obligarlas a tener un zafacón para evitar que los viajeros, después de haber visitado una parada, arrojen por las ventanas los plásticos llenos de huesos de pollo o cualquier otro alimento que no desea ingerir. El problema es que nuestras autoridades todavía no asimilan, que esto es una grave ofensa al ambiente. Además, como nos ha sucedido, un plato con arroz y vegetales impactó nuestro parabrisas y casi nos cuesta un accidente, al nublarnos momentáneamente la visión de la carretera.

Un grave peligro para las especies marinas lo constituyen los millones de desechos plásticos que son arrojados en el mar, lo cual ha sido motivo de muerte para peces, crustáceos y hasta de aves que se han visto imposibilitadas de volar por haberse enredado con una bolsa plástica. Por eso, alguien ha afirmado, que en un espacio de cincuenta años, habrá más plásticos en el océano que peces, lo cual contribuirá a la escasez de peces y otros productos del mar.

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