Mozambique acude a las urnas para afianzar la paz

Mozambique acude a las urnas para afianzar la paz

Maputo. Poco más de un mes después del acuerdo del cese de hostilidades entre el presidente de Mozambique, Amando Guebuza, y el candidato del principal partido de la oposición, Afonso Dhlakama, dos rivales históricos, Mozambique buscará afianzar la paz en las urnas el próximo miércoles.

La elección del tercer presidente del país desde la independencia de Portugal (1975) y la renovación del Parlamento estará marcada por la firma del acuerdo de paz del 5 de septiembre entre el gobernante Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo) y el principal partido opositor, la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo).

El pacto de Guebuza -que no será candidato a la reelección por el Frelimo pero retiene la presidencia del partido- y Dhlakama, pretende enterrar un conflicto enquistado entre ambas formaciones desde la cruenta guerra civil y que ha revivido estos dos últimos años.

El origen de esta crisis se remonta a octubre de 2012, cuando Dhlakama, líder de la oposición en el Parlamento, huyó a los bosques de Gorongosa (centro del país) para reactivar el cuartel militar que él mismo utilizó durante la guerra civil.

Anteriormente, el antiguo guerrillero había amenazado con restablecer la milicia de la Renamo -ex grupo rebelde reconvertido en principal partido de la oposición- para intentar desalojar al Frelimo del Gobierno, ya que, según Dhlakama, estaba monopolizando el poder y los recursos naturales del país.

En respuesta, las Fuerzas Armadas atacaron e invadieron el cuartel de Satungira en octubre de 2013, Dhlakama se refugió en un “lugar incierto” en las montañas de Gorongosa y se agudizaron los ataques, sobre todo en la región central de Sofala.

Tras la actuación militar del Gobierno, la Renamo dio por rotos los acuerdos de Roma que pusieron fin a la guerra civil, en 1992, y advirtió de que extendería la guerra a todo el país si no permitían a Dhlakama inscribirse en el censo electoral. A pocas horas para el cierre del registro, el líder de la Renamo consiguió inscribirse y presentarse como candidato a los comicios, tras su vuelta a Maputo para firmar el reciente acuerdo de paz.

“El escenario que ya se ha vivido nos lleva a presagiar una situación de violencia de grandes proporciones tras el anuncio de los resultados, en caso de que alguno de los participantes no los reconozca y alegue un posible fraude”, advierte a Efe la presidenta de la Liga de Derechos Humanos de Mozambique, Alice Mabota.

Aunque cerca de 30 partidos presentaron candidatos, solo tres han cumplido los requisitos mínimos para aspirar a la Presidencia de Mozambique- el socialista Frelimo, el conservador Renamo y el centrista Movimiento Democrático de Mozambique (MDM). Dado que la Constitución impide a Guebuza concurrir a un tercer mandado, el Frelimo eligió a otro candidato- el ministro de Defensa, Filipe Nyussi, quien goza de la confianza del presidente mozambiqueño y de la simpatía de muchos ciudadanos por ser hijo de excombatientes.

El antiguo guerrillero y eterno candidato de la Renamo, Dhlakama, concurrirá por quinta vez a unas elecciones, que siempre ha perdido frente al Frelimo, el partido que ha gobernado el país en los últimos veinte años. Finalmente, el candidato del MDM, Daviz Simango, peleará por la Presidencia después de que su formación entrara en el Parlamento en las últimas elecciones, en 2009, cuando obtuvo 8 de los 250 escaños de la Cámara Baja.

No en vano, los mozambiqueños también votarán para renovar la Asamblea de la República para un periodo de cinco años, un plazo similar al del mandato del próximo presidente. Varias organizaciones sociales han denunciado irregularidades durante la campaña, como el uso de publicidad institucional para promocionar al Frelimo o de presión policial hacia los simpatizantes de la oposición.

La Comisión Nacional de Elecciones, órgano que fiscaliza el proceso, se ha mostrado preocupada por la violencia que está acompañando al proceso electoral. “Nos hemos reunido con los partidos políticos para apelar a la calma y a la cautela durante la campaña política”, declaró a Efe el portavoz de esta comisión, Paulo Cuinica. Cerca de 2.000 observadores internacionales procedentes de la Unión Europea, China, EEUU, Vietnam, Nigeria, Botsuana, Japón y Alemania supervisan el proceso, cuyos resultados se conocerán en menos de un mes tras la jornada electoral.

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