El plan de la red de sicarios que supuestamente financiaba Arsenio Quevedo a través de la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin) era tomar el control de las rutas por la fuerza y así recibir más combustible subsidiado, según el fiscal a cargo del caso Eduardo Velázquez.
“Porque el conflicto viene por rutas de carros. A medida que desplazas esos choferes, el Estado te asigna más combustible, ese era el objetivo de Unatrafin”, dijo.
Dijo que la Fiscalía tiene pruebas sólidas para demostrar que Quevedo era el financiador de esas operaciones y que en las conclusiones podrán ver de forma detallada la vinculación que hay entre Arsenio Quevedo, Ericson de los Santos Solís, intermediario entre el exraso de la Policía Amaury Cabrera Martínez, Danilo Octavio Reynoso y Cristino Batista.
Aseguró que era una red de sicarios encabezada por Quevedo, que ordenaba, junto con los demás imputados, en la ejecución de los dirigente choferiles.

Dijo sentirse confiado en que conseguirán condenas ejemplares para los cinco imputados.
La Fiscalía del Distrito Nacional acusa al grupo de asesinato y asociación de malhechores.
Le atribuye la muerte de los sindicalistas Overny Guerrero, Ángel Javier y Mateo de Jesús Nieves, ocurridos en enero de 2015.
El juicio está en su etapa final y según el Ministerio Público la defensa de los imputados ha prescindido de la mayoría de los elementos probatorios.