La Procuraduría General de la República intervino ayer la estación Texaco ubicada en la avenida Independencia que fuera propiedad del ex capitán del Ejército Quirino Ernesto Paulino Castillo, quien fue extraditado a los Estados Unidos por narcotráfico.
La medida fue el resultado de un conflicto suscitado entre el Ministerio Público y la Chevron ante el término del contrato de arrendamiento suscrito entre la administración de la propiedad y el Estado.
Una fuente ligada a la administración de la estación de expendio de combustibles explicó que los inconvenientes surgieron cuando la Procuraduría decidió vender la estación, al verse concluido un contrato firmado entre el entonces fiscal José Manuel Hernández Peguero y el administrador Billy Cruz.
Ese contrato precisaba que a los cinco años la bomba pasaba al Estado, pero la administración se negaba a entregarla alegando que tenía un contrato con Paulino que concluía en el 2018, explicó el informante que pidió reservar su nombre.
El detonante. Dijo que a pesar de la negativa de la administración a entregar la estación, la Procuraduría llamó a varias licitaciones en busca de vender la propiedad sin recibir ofertas, pero luego se enteró de que la venta estaba siendo boicoteada por la Chevron que, mediante acto de alguacil, intimó a detallistas y distribuidores a que se abstuvieran de hacer negociaciones con la Procuraduría.
Al descubrirse la situación, autoridades del Ministerio Público acudieron a las 6:00 de la mañana de este sábado con un contingente policial y ocuparon la estación que ahora espera por un nuevo dueño.