La Fiscalía del Distrito Nacional presentó ayer acusación  formal en juicio de fondo contra nueve presuntos sicarios, señalados como ejecutores de cinco personas, entre ellas el coronel de la Policía José González González, el empresario  Rubén Soto Hayet y  Omar Antigua Polanco, mediante un modus operandi “que garantizaba la muerte instantánea de sus víctima”.

Al abrir el proceso en el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, el Ministerio Público responsabiliza al grupo de acabar con la vida del mensajero Máximo Jerónimo Paredes, de 25 años de edad, y del vigilante Jorge Feliz Santana, de 35, el día que asesinaron a Soto Hayet, en el frente de su panadería y repostería La Francesa.

Los dos  eran empleados de la plaza comercial donde se encuentra la panadería.

A los hombres acusados de cobrarle dinero al presunto narcotraficante puertorriqueño José David Figueroa Agosto para supuestamente asesinar a sus allegados que  ponían en peligro  su organización, se les atribuye el atentado que sufrió  Madeline Bernard Peña la noche del 24 de diciembre de 2009,  cuando asesinaron a su esposo momentos en que ambos llegaban a su residencia de la calle Anacaona, en el Mirador Sur de Santo Domingo.

Imputados.  La Fiscalía leyó el expediente acusatorio que incluye a  Joel Antonio Feliz Medina y José Alberto de la Cruz Paredes, a quienes la Segunda Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional les revocó el  no ha lugar que los excluyó del caso, por disposición de la jueza del  Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, que preside la jueza Elka Reyes.

Los otros siete acusados son: Gian Enrique Rojas Matos, Winston Antonio Rodríguez Tavárez, José Miguel Rodríguez Almonte, José Aníbal Hidalgo García, Ricardo Pérez Mateo, Wilhen Ortiz de los Santos y Diómedes Moya Durán.

La fiscal Cándida Acosta dijo que los presuntos sicarios siempre atacaban por sorpresa. Los abogados presentaron ayer sus discursos de apertura para objetar la acusación.