Más de 34 mil civiles murieron guerra Irak

<p>Más de 34 mil civiles murieron guerra Irak</p>

BAGDAD (AFP).- Precisamente cuando las autoridades iraquíes y el ejército estadounidense se disponen a lanzar un nuevo plan de seguridad para Bagdad, la capital iraquí fue duramente golpeada ayer.

Un total de 65 estudiantes, profesores y empleados de la universidad de Mustansiriya, en el este de Bagdad, murieron el martes al mediodía en un doble atentado que dejó además 138 heridos, según el último balance de los servicios de seguridad.

A primera hora de la mañana, quince personas habían perdido la vida en un doble atentado con bomba en el centro de Bagdad, mientras que otra bomba en el interior de un autobús en el barrio popular chiita de Sadr City causó otras cuatro víctimas.

   Además, otras diez personas murieron en un ataque lanzado por hombres no identificados contra un mercado situado en el noreste de Bagdad, informaron fuentes de seguridad iraquíes.

   Esta violenta jornada, la más trágica en la capital desde los atentados del 23 de noviembre en Sadr City, que causaron más de 200 muertos, ilustra tristemente las conclusiones del informe bimensual de la ONU sobre los derechos humanos para noviembre y diciembre de 2006.

   Naciones Unidas destaca en este documento que “6.367 civiles murieron y al menos 6.875 fueron heridos en actos de violencia en noviembre y diciembre, lo que hace llegar a 34.452 el número total de civiles muertos y a 36.685 el de los heridos durante el año 2006”.

Según este informe, 94 civiles fallecieron cada día como promedio en Irak en 2006. Casi la mitad de los actos de violencia se produjeron en la capital.  “La situación es particularmente grave en Bagdad, donde la mayoría de las personas muertas o los cuerpos sin identificación que se encuentran cotidianamente tienen también huellas de tortura”, destacó la ONU.

   “Al menos 470.094 personas, es decir 78.349 familias, han sido obligadas a desplazarse desde el atentado de Samarra el 22 de febrero de 2006”, agregó la ONU.

El atentado contra la mezquita chiita de la ciudad sunita de Samarra, al norte de Bagdad, había provocado una explosión de violencia religiosa.

   “La capacidad del nuevo plan de seguridad para realmente mejorar la vida en Irak dependerá del programa de reformas que debe acompañarlo para reforzar el imperio de la ley y aportar la justicia a todos los iraquíes”, subraya el informe de la ONU.

   Este plan busca reprimir a quien esté fuera de la ley y no sufrirá “interferencia” política alguna, reafirmó este martes el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki. “Quienes no quieran ser perseguidos por militares, más vale que respeten la ley”, advirtió.

Las estadísticas de Naciones Unidas se efectúan a partir de informaciones del ministerio iraquí de la Salud, de las morgues y de los hospitales a través del país.

Por otra parte, unos 30.842 iraquíes, en su gran mayoría sunitas, están actualmente detenidos en Irak, 14.534 de los cuales por la fuerza multinacional, la mayoría sin haber sido juzgados o acusados, según el ministerio de Derechos Humanos, citado por el informe.

   Por otra parte, cientos de personas rindieron homenaje este martes a los dos familiares de Saddam Hussein ejecutados el lunes en Bagdad y enterrados esa misma noche en Auja, pueblo natal del ex presidente iraquí situado cerca de Tikrit (norte).

 

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