Más de 50 mil científicos evalúan clima

<p>Más de 50 mil científicos evalúan clima</p>

LONDRES (AP) .- Más de 50.000 científicos de 63 naciones se dedicaron ayer a medir los efectos del cambio climático en los polos, usando rompehielos, satélites y submarinos para estudiar desde las consecuencias de la radiación solar en la atmósfera polar, hasta la reacción de la extraña vida marina que habita bajo los hielos antárticos, todo al inicio del Año Polar Internacional.

El evento, el mayor programa de investigaciones internacionales de los últimos 50 años, con un total de 228 proyectos con la finalidad de medir el estado de las regiones polares y evaluar los impactos del calentamiento global, se inicia formalmente el 1 de marzo y continuará hasta el 2009, con la finalidad de que cada una de las capas polares pase por un ciclo completo de estaciones.

«El calentamiento global es el mayor reto que haya enfrentado jamás nuestra civilización’’, dijo el jefe de asesores científicos de Gran Bretaña, David King, en un video presentado antes del inicio del evento. En él, califica el deshielo en los polos como la señal de alarma sobre el calentamiento global.

El evento cuenta con el patrocinio de la Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas y el Consejo Internacional para las Ciencias. Cerca de 1.500 millones de dólares han sido destinados para los proyectos del programa por varias instancias internacionales, pero la mayor parte del dinero proviene de presupuestos actuales para la investigación polar.

Aunque el incremento en recursos para los investigadores es modesto, científicos británicos dicen que el proyecto podría presentar una imagen amplia de la amenaza para el mundo polar, conocido por los científicos como la criósfera.

«Lo que es diferente este año no es tanto el volumen de fondos para investigación, sino la coordinación de las investigaciones’’, dijo Eric Wolff, investigador británico del Antártico.

Además de presentar una imagen más amplia del impacto del calentamiento global, la cooperación ayudará a enfrentar algunos de los problemas más importantes para las ciencias polares, como el tratar de medir las cantidades de agua dulce que se vierten desde las capas inferiores de hielo de la Antártica. El derretimiento del hielo, algo diferente del de los glaciares, ha causado alarma entre los expertos climáticos, porque ocurre bajo el hielo y es difícil de medir.

Wolff dijo que las estimaciones sobre el incremento del agua dulce tomadas por barcos ante las costas del continente presentan una imagen incompleta del problema, porque las corrientes del mar la llevan a otras zonas.

«Solamente se podrá tener una imagen de todo el Antártico si se tiene a todas las naves disponibles haciendo lo mismo al mismo tiempo’’, dijo Wolff.

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