Cuatro personas, incluidos dos niños, están desaparecidas tras el naufragio de la barca en la que viajaban junto a otros 32 migrantes frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa, en el Mediterráneo, donde el barco “Geo Barents”, operado por Médicos Sin Fronteras (MSF), ha rescatado por su parte a 164 personas en pocas horas.
Los padres de los dos niños, rescatados anoche por la Guardia costera italiana junto al resto de pasajeros de la embarcación, fueron los que denunciaron la desaparición de los menores, de 3 meses y 6 años de edad, según los medios locales.
Entre los supervivientes, además, hay 3 mujeres y 7 menores no acompañados, mientras que 4 de ellos han sido hospitalizados, según las mismas fuentes. Mientras, el “Geo Barents”, que desde hace pocos días se encuentra en el Mediterráneo central para su vigésima misión, ha llevado a cabo dos operaciones de rescate en menos de 24 horas, tras salvar esta mañana a 90 personas, entre ellas 35 menores y 5 mujeres, que se suman a las 74 rescatadas anoche.
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Se trata de la vigésima misión del barco de MSF y la primera tras el pulso que mantuvo a principios de noviembre con el Gobierno italiano, que impidió durante días el desembarco de las personas que había rescatado. Ahora a bordo del “Geo Barents” navegan 164 migrantes, de ellos 14 mujeres y 50 menores no acompañados, el más pequeño de tan sólo 10 años, informó la organización en sus redes sociales.
El barco había zarpado el pasado 1 de diciembre del puerto siciliano de Augusta (sur), donde se encontraba para realizar labores de mantenimiento y efectuar cambios en la tripulación, hacia una zona en la que no había naves humanitarias desde hace un mes.
El “Geo Barents” fue uno de los barcos a los que el Gobierno italiano de la ultraderechista Giorgia Meloni aplicó la nueva política antiinmigración de dejar desembarcar sólo a los migrantes vulnerables rescatados por barcos de ONG. Tras varios días sin conceder un puerto, finalmente fueron autorizados a atracar en Catania (Sicilia, sur), pero de los 572 migrantes a bordo sólo se permitió que desembarcan 357 personas, en su mayoría mujeres, niños y enfermos.
Intervención de MSF
Sin embargo, MSF pidió una segunda evaluación en el barco, ya que había surgido un brote de sarna y muchos de quienes se encontraban a bordo sufrían ataques de pánico y otros problemas mentales. Así que los funcionarios del ministerio volvieron a la nave y, tras casi doce horas de exámenes, las autoridades decidieron permitir el desembarco de todos.
Lo mismo ocurrió al barco de la ONG alemana SOS Humanity, que llegó al muelle siciliano con 179 inmigrantes, pero solo pudieron descender 144 “vulnerables”, mientras que a los otros 35 se les permitió sólo después de que se pusieron en huelga de hambre.