Aunque parte de su educación se ha forjado bajo las costumbres asiáticas, la intelectual, autora del libro “De donde vengo”,  se considera “más dominicana”, pues las costumbres criollas han influido grandementeen la formación de su identidad

POR MIRFAK ROWLAND
Cuando se vive bajo las influencias de dos culturas, muy disímiles una de la otra, la vida se torna compleja y hasta cierto punto interesante. La identidad de quienes son hijos de aquellos que emigran a otras naciones en busca de progreso, se matiza con elementos que, al combinarse, producen una existencia que, tarde o temprano, tratará de buscar en su yo interior las virtudes y los defectos que la multiculturalidad ha propiciado en su ser.

Compartir las experiencias que surgen a raíz de la constante búsqueda de esa identidad que se constituye en el fruto de la pluralidad de elementos culturales conjugados, puede ser un rico legado tanto para quienes se encuentran transitando el mismo camino como para quienes tienen como terruño a un solo rincón del planeta, ya que el ser “ciudadano en dos mundos”, más que ser un dilema, se transforma en una experiencia fructífera y  valiosa.

 Mu Kien Adriana Sang ha convivido con esta realidad y ha querido plasmar en papel sus vivencias, que son el resultado de la mezcla entre la cultura asiática y la dominicana. Su padre, nacido en Cantón, China, emigró a la República Dominicana y casó con una mujer dominico china, y aunque las influencias orientales eran bastante directas, las raíces dominicanas determinaron su nacimiento e influyeron grandemente en  sus costumbres y en la formación de su identidad.

Gracias a esto nace “De donde vengo”, una obra considerada por su autora como una autobiografía existencial, porque “en ella hago una reflexión sobre la historia de mi familia, compuesta por un padre inmigrante, y sobre la búsqueda de mi identidad que parte de retazos de mi memoria”.

Mu Kien Adriana Sang explica que los ensayos no tratan sobre ella, sino “sobre un entorno familiar en donde yo desarrollo mi existencia multicultural”. Pese a que el libro, que contiene alrededor de 200 páginas, le tomó tres o cuatro meses escribirlo, lo define como “un proyecto que venía acariciando desde hace mucho tiempo”.

La autora, oriunda de Santiago de los Caballeros y con un alma que, a simple vista, refleja bondad y afabilidad, explica que uno de los objetivos de este libro es “que puede hacer una reflexión sobre la multiculturalidad, sobre la identidad, sobre la necesidad de la tolerancia, de la solución pacífica de conflictos, sobre la necesidad de un amor universal y la solidaridad. Que no haya discriminación de raza ni de color”.

“Cuantos dominicanos no se van ilegales a Estados Unidos, Puerto Rico y Europa como una manera de integrarse, de ser de aquí y de allá. Somos todos de aquí y de allá. Las sociedades no deben contribuir a la exclusión  de los individuos, sino a la inclusión. Deberíamos abogar por la ciudadanía universal en donde lo más importante sea la humanidad”, indicó.

En cuanto a si el hecho de ser descendiente directa de chinos y el tener rasgos físicos asiáticos tan marcados ha ocasionado que sus compatriotas dominicanos la discriminen, expresó que si ha sucedido no se ha dado cuenta, porque “he sido una mujer que siempre ha echado para adelante y creo que me he ganado un espacio en la sociedad a base de trabajar duramente; que sea mi  trabajo el que hable”.

“Mi padre duró 52 años viviendo en este país. Aunque parte de mi educación se ha forjado bajo las costumbres asiáticas, me considero más dominicana”, puntualizó.

Perfil
Mu Kien Adriana Sang nació en Santiago de los Caballeros, el 8 de septiembre de 1955. Hija de Miguel Sang, chino cantonés, y Ana de Sang, dominicana. Ensayista, educadora e historiadora. Cursó sus estudios elementales y secundarios en su pueblo natal. Licenciada en Educación egresada de la Universidad Católica Madre y Maestra (1978), hizo un postgrado en Educación de Adultos en el CREFAL, en México (1978) y un doctorado en Historia y Civilización en la Ecole des Hautes en Sciences So-ciales de París (1985).

Se ha desempeñado como directora ejecutiva de la Oficina de Desarrollo del Instituto Tecnológico de Santo Domingo. Oficial de Comunicación e Información del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en República Dominicana y directora ejecutiva del Proyecto para el Apoyo a Iniciativas Democráticas.

Muchos de sus ensayos históricos y de opinión política han sido publicados en diferentes medios de comunicación dominicanos. Sus investigaciones están concentradas esencialmente en la biografía histórica, área en la que ha hecho un aporte a la historiografía dominicana. En el 2000 obtuvo el Premio Nacional de Didáctica, con su obra dominicana “Ayer y Hoy”, y en el 2001 el Premio Nacional de Historia con “La Política Exterior Dominicana 1844-1961”.