A Mu-Kien Sang Ben le costaba desprenderse de uno de sus tesoros personales: sus libros. A raíz de sufrir una fuerte afección pulmonar, que demandaba una extrema limpieza de su biblioteca, aprendió a que en la vida no se pueden tener apegos, a que se debe aliviar la carga y a reconocer la importancia de compartir con otros las bendiciones recibidas.

Cuenta que el apego a sus libros era tan grande que se convirtió en un pleito matrimonial. Su esposo, el politólogo Rafael Toribio, le decía constantemente que regalara las obras que ya había utilizado en sus trabajos intelectuales, pero además porque el espacio físico de su casa estaba invadido de libros. Ella se negaba a cederlos con el argumento de que los necesitaría para otros proyectos académicos y de trabajo.

Mu-Kien Sang Beng, historiadora y educadora, fue aprendiendo de esas experiencias. Las mismas bastaron para que tomara la decisión de donar sus más de tres mil libros a su Alma Máter de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucamayma), institución que ha sido, por muchos años, guardián de sus desvelos y de sus inquietudes.

No obstante, la intelectual confiesa que en el proceso de desapego a sus libros tuvo un momento difícil: concluir la carta que entregaría al entonces rector de la universidad, monseñor Agripino Núñez Collado, pues ya la donación a la biblioteca “Rafael Herrera Cabral” se constituía en un hecho consumado.

Ocurrido esto, su corazón está regocijado y feliz porque sabe que su producción literaria y sus amados libros se encuentran en la biblioteca de la universidad que le ha dado mucho. Está confiada de que sus tesoros estarán bien cuidados y que serán aprovechados por presentes y futuras generaciones ávidas y necesitadas de conocimientos.

En la comunicación que dirigió a Núñez Collado, con fecha 26 de febrero de 2013, Mu-Kien Sang Ben inicia señalando que está convencida de que la democratización del conocimiento constituye una pieza fundamental para el desarrollo de un pueblo.

Motiva la donación indicando que lo ha hecho con el consentimiento de su esposo “y convencida también de que nosotros los que hemos tenido la gracia divina de estudiar, debemos hacer del compromiso con la educación más que una tarea, una obsesión”.

Para Mu-Kien Sang Beng la vida es un largo trayecto que se transita, y en ese caminar llega, sin darse cuenta, el momento en el que se decide andar ligeros de equipaje, “por esta razón, entregaré a mi Alma Máter mis tesoros acumulados por décadas”.

Expresa que las palabras ocultas en libros y revistas, que esperan en silencio y pacientemente la consulta, y que la han acompañado en la búsqueda infinita, interminable y maravillosa de descubrir lo desconocido, de desentrañar el pasado y entender algunos enigmas vitales, continuarán siendo compañeros de fortuna desde los anaqueles de su biblioteca de la Pucamayma.

Para la historiadora, esa universidad ha sido su casa de varias décadas. En sus aulas comenzó a descubrir el saber, y en esas mismas aulas amó y decidió con pasión sus días a la enseñanza y a la investigación. “Como funcionaria he trabajado en diferentes áreas de la administración académica y de proyectos. Y, paralelamente, con la anuencia complaciente de la universidad, he realizado y desarrollado mi vocación de historiadora y escritora. Durante estos años, que suman décadas, como funcionaria y docente, han nacido más de 15 libros y cuentos de artículos publicados en periódicos y revistas”.

Su colección bibliográfica. En la biblioteca de la Pucamayma, en su recinto Santo Tomás de Aquino, los estudiantes, profesionales, investigadores y otros asiduos lectores podrán disponer de libros donados por Mu-Kien de géneros diversos y de autores dominicanos y extranjeros.

A pesar de su inclinación por la historia, desde pequeña ha sido amante de la poesía, de la novela, de la pintura y de todo lo que implique el arte y la filosofía oriental.

Siendo niña se compró y se leyó los versos y poemas de Pablo Neruda, así como las novelas de Isabel Allende, entre otros afamados autores. La universidad recibió las colecciones completas de las novelas de Isabel Allende, Marcela Serrano y Laura Restrepo.

Otras obras donadas por ella son de historia dominicana, universal y contemporánea y algunas de ciencia política. Una gran parte de las obras de ciencia política fueron donadas por su esposo, quien es politólogo, pero a su Alma Máter del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), universidad de la cual fue rector.

La biblioteca de la Pucamayma se ha enriquecido con unas 15 publicaciones de Mu-Kien, entre ellas Minerva, que es un monólogo teatral; una autobiografía “De dónde vengo”, la historia del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep); “El tabaco: Historia general de la República Dominicana”. Esta última fue escrita con José Chez Checo y obtuvo un Premio Nacional de Historia.

Otros de sus libros son Ulises Heureaux: biografía de un dictador (1987); Buenaventura Báez: el caudillo del Sur (1844-1878) (1991); Una utopía inconclusa: Espaillat y el liberalismo dominicano del siglo XIX (1997); Historia dominicana: ayer y hoy (1999); La política exterior dominicana 1844-1961 (2000); La historia y porvenir del Senado de la República y sobre la Cámara de Diputados.

Mu-Kien también cuenta con varios libros colectivos, tales como “Los intelectuales y el poder” y “El pensamiento dominicano”.

Se encuentra en imprenta una obra que, dice, la hizo por amor, sobre los 50 años de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, con fines de publicarse en marzo de 2015.

La historiadora tiene unos 15 años escribiendo para “Areíto”, la revista cultural del periódico HOY. Mu-Kien nació en Santiago de los Caballeros, en 1955. Es hija de Miguel Sang, un inmigrante chino cantonés, y de la domínico-china Ana Ben Rodríguez.