¡Mucho cuidado con el sol!

¡Mucho cuidado con el sol!

Sol, arena y mar, son los ingredientes perfectos para unas vacaciones de espectáculo. Pero lo que puede comenzar con días llenos de diversión, puede terminar en una grave insolación si no tomas en cuenta los cuidados indispensables para una excelente protección solar. Aprende a proteger tu piel de los rayos UV con los consejos que te brindamos a continuación.

SIN EXCESOS

El verano es la oportunidad para adquirir el bronceado perfecto. Pero en esa búsqueda puede ser que te excedas al tomar el sol. Los peligros que representan los rayos solares, cuando no se toman las precauciones adecuadas, pueden ser fatales. Muchas no estamos conscientes de ello, por eso debes evitar la insolación y la deshidratación de tu piel a toda costa.

¿QUE ES LA INSOLACIÓN?

La insolación es la forma más severa de enfermedad por calor y es una emergencia que pone en peligro la vida. Se produce como resultado de una exposición larga y extremada al sol, durante la cual la persona no suda lo suficiente como para que baje su temperatura corporal. Es una condición que se desarrolla rápidamente y que requiere tratamiento médico inmediato.

LOS SÍNTOMAS

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la insolación. Sin embargo, cada quien puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

  Dolor de cabeza.

  Mareo.

  Desorientación, agitación o confusión.

  Aletargamiento o fatiga.

  Convulsiones.

  Piel seca y caliente que está enrojecida, pero no sudorosa.

  Temperatura corporal elevada.

  Pérdida del conocimiento.

  Latidos del corazón rápidos.

  Alucinaciones.

¿CÓMO SE PUEDE EVITAR?

Existen precauciones que pueden ayudarte a protegerte contra los efectos adversos de la insolación. Entre ellas se incluyen las siguientes:

  Bebe abundantes líquidos durante las actividades al aire libre, sobre todo en los días calurosos. El agua y las bebidas deportivas son las bebidas más apropiadas. Evita el té, el café, las bebidas con gas y el alcohol, ya que pueden provocar deshidratación.

  Utiliza ropa ligera, de tejidos apretados, floja y de colores claros.

  Programa las actividades físicas al aire libre en las horas más frescas del día.

  Protégete del sol utilizando un sombrero, gafas de sol y sombrilla.

  Aumenta gradualmente el tiempo que pasas al aire libre para permitir que tu cuerpo se acostumbre al calor.

  Durante las actividades al aire libre descansa con frecuencia para tomar alguna bebida y rocía tu cuerpo con un aerosol para evitar el sobrecalentamiento.

  Intenta pasar el mayor tiempo posible en casa en días muy calurosos y húmedos.

Vacunas recomendadas

De acuerdo a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (DCD), las siguientes vacunas son recomendadas rutinariamente a las mujeres embarazadas que corren el riesgo de infección:

  Hepatitis B: Recomendada a las mujeres embarazadas que corren el riesgo de infección.

 Influenza (vacuna hecha con virus inactivos): Recomendada a las mujeres que estarán embarazadas durante la temporada de la influenza.

  Tétano/Difteria: Recomendada rutinariamente a las mujeres embarazadas.

  Meningococal: Recomendada a las mujeres embarazadas que corren el riesgo de infección.

  Rabia: Recomendada a aquellas expuesta a la infección. Puede ser recomendada a aquellas personas con un riesgo alto de exposición.

Las vacunas que se deben evitar De acuerdo a los CDC, las siguientes vacunas con virus vivos no son recomendadas durante el embarazo:

  Inyección LAIV contra la influenza (vacuna contra la influenza atenuada, viva): Las mujeres embarazadas durante la temporada de la influenza deben ser vacunadas con la versión inactiva de la vacuna.

  Paperas.

  Sarampión.

  Rubeóla (sarampión alemán).

  Varicela.

  BCG (tuberculosis)

Fuente: Prevenir

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