Los oftalmólogos Gernot Winkler y Juan Lorenzo Ubiera, de la Fundación Centro Láser, advirtieron hoy que tres de cada diez personas con los ojos lesionados por el uso de fuegos artificiales quedan irreversiblemente ciegas, por lo que apoyan sin reservas la prohibición de su venta a la ciudadanía.

Los reputados cirujanos oculares resaltaron que más de la mitad de las víctimas que dejan cada Navidad esos artefactos pirotécnicos, son niños y niñas.

Agregaron que los ojos son el segundo órgano más afectado, luego de las manos,  por los traumas contusos y las ondas expansivas, lacerantes y térmicas, producidas por dichos artículos.

Aún con los avances tecnológicos alcanzados en Oftalmología, las heridas oculares provocadas por los fuegos artificiales tienen un pronóstico visual pobre,  explicaron.

Winkler y Ubiera sostuvieron que los daños provocados por los fuegos artificiales laceran completamente las vidas de los menores que pierden su visión, en pago devastador de unos pocos minutos de diversión con los fuegos artificiales. Los profesionales de la Fundación Centro Láser informaron que todos los artefactos pirotécnicos son muy peligrosos, dado que incluso las patas de gallina encendidas alcanzan una temperatura de mil grados Celsius, diez veces mayor que la del agua hirviente.

”Los fuegos artificiales no son juguetes. Son explosivos en miniatura que causan traumas contusos y que detonan provocando ondas expansivas que dañan los ojos, los cuales son órganos muy nobles”, indicó Winkler, especialista en Oftalmología Pediátrica.

Agregó que en su consulta ha atendido a varios menores con desprendimiento de retinas a causa de explosivos pirotécnicos como montantes y cohetes chinos.

“Un caso muy doloroso fue el de un niño de Jarabacoa, víctima de un cohete que explotó en el suelo. Se le desprendieron las retinas y quedó ciego de ambos ojos en la misma noche”, añadió.

Agregó que los fuegos artificiales pueden dañar las córneas, las retinas o el globo ocular u ocasionar secuelas permanentes que van desde el astigmatismo hasta una visión deficiente.

En tanto, el doctor Ubiera refirió que el 40 por ciento de las lesiones ocasionadas por los fuegos artificiales se localizan en las manos y un 20 por ciento en los ojos, y que también pueden resultar lastimados la cabeza, la cara y los genitales.

“La tercera parte de las lesiones oculares derivan en ceguera. La gravedad de las lesiones no depende solamente de la pólvora, el calor o el fuego, sino también de la intensidad de la explosión y del tiempo en contacto con el artefacto”, puntualizó.