Muchos temían a reforma fiscal sin «escudo» contra RD-Cafta

Muchos temían a reforma fiscal sin «escudo» contra RD-Cafta

POR CLAUDIO CABRERA
Desde que el Senado de la República decidió conocer y aprobar el pasado viernes 26 del mes de agosto el acuerdo comercial RD-Cafta, algunos empresarios comenzaron a tener suspicacias y A pensaron que «algo sospechoso podría estarse cocinando mal» en las alturas.

No bien asomó el día lunes 29 y, entre otras cuestiones, se precipitó una reunión en la Asociación de Industrias de la República (AIRD), en la que se dieron cita representantes del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) para discutir una agenda cuyos puntos eran encabezados por el binomio «Reforma Fiscal-Comisión Cambiaria».

Aunque otros temas tintaron la lista de asuntos, las discusiones se centraron durante el almuerzo de medio día en el problema de la reforma fiscal.

Algunos de los convocados mostraban la premura de ser invitados en horas recientes, mientras otros no dejaban de mostrar un dejo de suspicacias sobre la marcha de ciertos acontecimientos que al rayar la semana anterior fueron dados a conocer por los medios de comunicación.

Bien visto el desenvolvimiento de las últimas discusiones entre el empresariado a través de sus organizaciones, de un lado, y por el otro de las autoridades y el Congreso, el problema no era para menos.

¿Problema? Aprovechando las coyunturas que permiten la convivencia de poderes en un sistema democrático como el dominicano, algunos sectores en el país desde hace años se daban a la tarea de apuñalar los acuerdos que recién discutidos se encaminan a ser acogidos por apretado consenso. Las suspicacias se extienden a los acuerdos entre empresarios y gobiernos, aunque muchos temen si el Congreso modificaría algunos aspectos en los que hubo avenencias.

A esta razón obedecieron, en parte, las tantas insistencias de grupos empresariales en el sentido de que era necesario aprobar conjuntamente vía Congreso, tanto la reforma fiscal como el acuerdo RD-Cafta.

Desde un principio, cuando iniciaron los encuentros entre el sector gubernamental y el sector empresarial, así como con los representantes del Congreso Nacional, la insistencia se hacía oír a través de la presidenta del Conep, licenciada Elena Viyella de Paliza, así como a través de la presidenta de la AIRD, licenciada Yandra Portela y los presidentes de la Asociación de Jóvenes Empresarios, ANJE, de los empresarios de Herrera y de otras organizaciones a ese nivel.

La insistencia residía en experiencias anteriores en que la palabra empeñada por fuerza de circunstancias, intereses u otros factores, era incumplida.

UNA CULTURA A SUPERAR

Bajo los designios de esta práctica que cada vez más está siendo superada, luego de agotar jornadas de discusiones, empresarios, gobierno, representantes de la sociedad civil, sindicatos y otros participantes en el diálogo para asimilar la reforma fiscal y adentrar al país al RD-Cafta, muchos expresaron el temor de que no se asuman los compromisos emanados del diálogo.

Otros, en cambio, dan por seguro que la aprobación de la reforma fiscal será un hecho, por lo que no pueden generarse temores mal fundamentados al respecto.

Sobre el particular, el doctor Antonio Isa Conde, empresario que proviene del sector privado y que ahora ocupa una posición en el Consejo Nacional de Competitividad como asesor industrial del Poder Ejecutivo, mostró su confianza en que la reforma fiscal pactada será aprobada por el Congreso, tal como se reconoció entre los sectores participantes de las discusiones.

«Yo estoy confiado -sostuvo Isa Conde-, de que se van a aprobar las dos cosas (RD-Cafta y reforma fiscal). Tengo la mayor confianza y sé la actitud del mismo gobierno y yo estoy seguro de que el Congreso, los mismos miembros del Congreso no cometerán un desatino».

Pero considera que el problema está en que hay mucha incredulidad, porque la República Dominicana es un país en el que ya la confianza se ha perdido.

Estima que esa falta de confianza obliga a las personas «a estarse cuidando mutuamente», ya que esos son de los paradigmas que hay que romper para que realmente en la sociedad pueda haber consenso y se restauren la credibilidad y la confianza.

Expuso que entiende a los empresarios, sobre todo «a mis colegas de Herrera que yo los siento en la sangre», debido a la tradición de pérdida en este valor importante para el clima de negocios, el cual ha mejorado increíblemente en el último año.

Planteó que la desconfianza, en gran medida, es la que crea todos los problemas, «porque no es la primera vez que a mucha gente les dicen una cosa y se hace otra».

Por eso dijo que hay que entender lo que el sector industrial dominicano se está jugando al adentrarse el país al acuerdo RD-Cafta y al acoger la nueva reforma fiscal.

«Pero yo insisto – sostuvo el empresario y asesor industrial del Poder Ejecutivo- creo que no va a suceder nada anormal y que los dos proyectos van a echar hacia adelante».

Al considerar remotas las posibilidades de que se apruebe el proyecto RD-Cafta, que ya está encaminado con su aprobación por el Senado de la República, sostuvo que «si una cosa de ese género llegase a ocurrir, si es que se va a cimentar todavía más y en forma más negativa para esta sociedad, esa aprehensión que se tiene y desconfianza hacia el cumplimiento de la palabra empeñada».

Resaltó que tal preocupación entre el empresariado obedece «sencillamente a eso, pero yo creo que todos tenemos que airear estas cuestiones para evitar situaciones desagradables».

«En nuestra sociedad no puede seguir cimentándose la desconfianza y el prejuicio, porque así no avanzaremos hasta alcanzar los objetivos que todos queremos».

De su lado, el director ejecutivo del Conep, doctor Frank Castillo, quien fue cuestionado sobre el particular, sostuvo que a pesar de que la aprobación del proyecto RD-Cafta «cogió alante», todos esperaban que también el proyecto de reforma fiscal será acogido en breve, tal como se negoció con las autoridades, entre el empresariado, con el Congreso y los demás representantes de diferentes sectores asistentes al diálogo.

Castillo dijo que hay la confianza de que próximamente los representantes congresionales se abocarán a discutir la reforma fiscal tal como se analizó con ellos para arribar al proyecto que ahora será objeto de discusiones.

RD: Déficit competitivo

En una participación del director ejecutivo del Consejo Nacional de Competitividad, CNC, Andrés Van Der Horst Alvarez, donde, entre otros temas, se refirió a la situación paritaria de la competitividad entre el país y el resto de las naciones de Centroamérica, sostuvo que República Dominicana dispone de buena disposición para competir con esas naciones.

Manifestó que, no obstante, con la colaboración de las autoridades y del sector privado, el país debe emprender el camino de mejorar sus sectores productivos, tanto en el campo como en la ciudad, para lo cual debe incorporar, no solamente nuevas tecnologías, sino también mejorar la calidad en los conocimientos de sus ciudadanos.

En este sentido dijo que mientras tanto se han dado pasos en firme para lograr hacer y conquistar nuevos nichos de mercados en el exterior, para mejorar la base de las exportaciones dominicanas, en cuya labor de mercadeo trabajan equipos integrados para esos fines.

Refirió que en cuanto a competitividad, según el Foro Económico Mundial, que es una entidad internacional sin fines de lucro con sede en Suiza, reveló que acorde a unos 12 parámetros de competitividad entre los países se determinó que República Dominicana había bajado en los últimos cinco años desde el sitio número 41 hasta el 72 en dicha escala que abarca a 102 países.

Esta reducción -sostuvo Van Der Horst Alvarez- es atribuida al deterioro de las condiciones económicas críticas en que cayó la economía del país desde el 2003, debido a la quiebra de bancos y a la caída de la estabilidad macroeconómica que deprimieron la economía y desalentaron a la inversión extranjera.

«El gran reto del Consejo Nacional de Competitividad ahora es velar porque ese crecimiento sostenido que ha tenido la República Dominicana en los últimos 50 años (porque hemos sido el país del continente que más ha crecido), sea equitativo y sea sostenido, tomando el paradigma el desarrollo humano como un elemento básico dentro de la estrategia».

Deploró que a pesar de tal incremento en el crecimiento del país en el período citado, los niveles de pobreza, sin embargo, se han incrementado, «la desigualdad se ha incrementado, en vista de que la competitividad no sólo puede ser vista como rentabilidad, sino que incluya elementos de sostenibilidad y de desarrollo humano».

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