Mientras muchas familias celebraron ayer el Día de los Padres con la presencia de ese ser querido, otras acudieron al cementerio para honrar a sus progenitores en la última morada.

Como es tradicional, muchas personas fueron a limpiar, llevar flores y velas a las tumbas de sus padres. Y aunque el flujo de descendientes es menor que el Día de las Madres, no deja ser muy emotivo. Más aún viendo a aquellos que perdieron su progenitor hace poco tiempo.

Es común para esta conmemoración ver a varios miembros de una familia en el camposanto. Tal es el caso del señor Donaldo Antonio Rosario, quien falleció el pasado año. Sus restos descansan en el cementerio Cristo Redentor, donde casi una decena de sus familiares, incluyendo niños, acudieron desde Los Alcarrizos a rendirle tributo.