POR ELÍAS RUIZ MATUK
El proyecto de Revitalización y Ampliación del Puerto de Santo Domingo, con una inversión de U$350 millones, que contempla el traslado de la Base Naval 27 de Febrero de la Marina de Guerra, ubicada en Villa Duarte al puerto de Haina Occidental, está supeditado a una serie de requisitos que exige el cuerpo castrense para su mudanza.

En el anteproyecto se discuten aspectos desde estrategias de seguridad nacional hasta estudios topográficos, de impacto ambiental y las necesidades de que las edificaciones militares a construir sean verticales y horizontales y las instalaciones navales sean tan modernas, que tengan una proyección para los próximos 60 años.

Para la conformación del anteproyecto fueron designados el subsecretario de Obras Públicas, Francisco González Ruiz, el representante de la constructora Diconfo, Leonardo L. Macarrulla, y el contralmirante Homero Luis Lajara Solá, inspector de la Marina de Guerra, quienes se reúnen consecutivamente para materializar el mismo. El contralmirante fue designado por el secretario de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, mediante el memorando número 13409, del 3 de mayo del 2005 como el representante de la Marina de Guerra para el traslado del muelle.

Lajara Solá explicó que la jefatura y el Estado Mayor Coordinador de la Marina serían trasladados a terrenos que ocupan el Plan Social de la Presidencia, frente a las actuales instalaciones del organismo, y que tienen una extensión de 27,000 metros cuadrados.

Allí se construiría un edificio de cinco niveles en el que estarían, los distintos departamentos operacionales como Recursos Humanos (M-1); Operaciones (M-3), Contabilidad (M-4), Comunicaciones (M-5 y M-6), así como consultoría jurídica y construcciones y reparaciones navales.

Mientras que el edificio que ocupa la Inteligencia Naval (M-2) será demolido y se construirá un nuevo edificio «con las nuevas exigencias de la modernidad».

Asimismo serán trasladados al puerto de Haina Occidental en un terreno de 203,000 metros cuadrados la academia y almacenes de la Marina, el cuerpo médico y sanidad naval, taller de electrónica, refrigeración, motores diesel, radio y la misma estación de radio.

También, el departamento de Transportación, Logística, Material Bélico, Pescadería, Sección de Archivos y la Banda de Música, así como el cine, la estación de combustible, los bomberos, astilleros navales, el Instituto Naval de Estudios Superiores (INES), el Club de Oficiales y de Alistados de la Marina de Guerra.

Lajara Solá aclaró que las construcciones están supeditadas, además, a que el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas apruebe el proyecto

BASE NAVAL 27 DE FEBRERO

Las instalaciones que actualmente ocupa la Marina de Guerra tienen 559,535 metros cuadrados, de los cuales 150,653 son de la base naval 27 de Febrero, construida en 1947 por ingenieros del Cuerpo Consultivo de Asistencia Militar (MAACG) de los Estados Unidos. Además están allí el club de Oficiales, de 44,000 metros cuadrados; Dragas y Balizamiento en 37,000 metros, área deportiva con 141,877 metros; la escuela naval con 49,975.50 metros, el club de Alistados 36,671; el polígono de tiros 99,422 metros.

Según Lajara Solá para la institución su traslado sería un paso de avance, ya que desde el enfoque de lo que significa la cooperación para la contribución del desarrollo nacional.

ESTRATEGIA Y REQUISITOS

Sin embargo, Lajara Solá expresó que actualmente la Marina de Guerra cuenta con un apostadero naval en Sans Soucí, con sus 20 pies de anchura y un calado entre 12 y 20 pies, por lo que la construcción de un muelle en Haina Oriental debe ser de unos 1,000 pies de largo, de concreto y con una instalación eléctrica y agua potable soterrada, así como defensas tipo «Yokohama».

Asimismo deben ser instaladas tres tomas para suministro de agua para controlar incendios, con una conexión internacional de conformidad con el Security of Life at Sea (SOLAS), conexión universal buque tierra, iluminación adecuadas y un calado de 24 pies.

Además, para ubicar a la base en terrenos del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) deben hacerse estudios que incluyen la crecidas del río Haina en los últimos 20 años, deslizamientos de tierra, densidad poblacional de la zona, oleoducto de la Falconbridge, estudios hidrográficos, de suelo y líneas telefónicas.

Otros de los aspectos que han sido tomados en cuenta es que en las riveras del rió Haina hay viviendas, las cuales deben ser desalojadas «por razones ecológicas y sanitarias, así como de seguridad», ya que según explicó Lajara Solá no puede haber edificaciones a una distancia de cien de instalaciones militares.

LA JEFATURA

Lajara Solá explicó que la Marina de Guerra debe quedarse en las inmediaciones donde se encuentra actualmente, ya que la institución debe estar en una zona metropolitana por razones de seguridad nacional.

Explicó que el plan de defensa de la ciudad tiene asignada a la Marina de Guerra un área de responsabilidad que no puede estar lejos de donde actualmente se encuentra.

Indicó que la ley 3003, del 10 de julio de 1951, así como la ley 366, que regulan el acceso y permanencia de buques, aviones militares y navales, puertos y aeropuertos y aguas territoriales dominicanas en tiempos de paz no podrán entrar a otro puerto que no sea el de Santo Domingo.

En el capítulo IV, artículo 36 párrafo A, establece que las embarcaciones mercantes, nacionales y extranjeras que carguen explosivos o materiales inflamables no podrán entrar a otro puerto de la República, que no sea el de Santo Domingo.

Es por ello que la jefatura será construida en los terrenos que ocupa el Plan Social de la Presidencia.

PROYECTO TURÍSTICO

El proyecto de Revitalización y Ampliación del Puerto de Santo Domingo tendrá un alcance amplio que se desarrollará en la zona occidental de la ciudad, desde el Parque Eugenio María de Hostos, donde se encuentra el rompeolas, extendiéndose por toda la franja occidental del puerto de Santo Domingo hasta la puerta de Don Diego, frente al Alcázar de Colón.

Según las descripciones del proyecto, allí se rescatarán y construirán parques, paseos peatonales.

Los trabajos incluirán el rescate de las playas y el equipamiento urbano necesario para el desarrollo de la zona, mientras que en la margen oriental se contempla la readecuación y ampliación del puerto turístico de Santo Domingo, la construcción de una zona franca comercial, el desarrollo inmobiliario y hotelero y el rescate de la playa de Sans Soucí.

La obra ha sido prevista para hacerse en etapas, cada una subdividida en fases que serán completadas durante los próximos cuatro a cinco años.

En lo que respecta al puerto de Santo Domingo, la gran marina deportiva, el área comercial, el paseo a lo largo de la avenida del puerto y la revitalización del parque del monumento de Montesinos podría concluirse entre tres a tres años y medio, según se proyecta.