Muere ballena del Támesis

Muere ballena del Támesis

LONDRES (AFP).- Pese a la espectacular operación para salvarla, la ballena que se adentró en aguas del Támesis a su paso por Londres, murió ayer sábado por la noche cuando era trasladada en una barcaza al estuario del río.

“Tuvo convulsiones y murió”, declaró afectado Tom Woodley, portavoz de las operaciones de salvamento del enorme cetáceo. “Hicimos lo que pudimos”, agregó, lamentándose del final de esta historia que durante 24 horas acaparó la atención de los británicos.

Los equipos de salvamento lograron sacar la ballena del río con ayuda de una grúa para introducirla en una barcaza que iba a trasladarla hasta el estuario situado a una decena de kilómetros de la capital británica.

Esta operación de rescate fue coronada con los aplausos y el entusiasmo de los miles de curiosos que se agolparon en las cercanías del puente de Battersea, al oeste de centro de Londres, para seguir la delicada operación en directo.

Durante el trayecto, una quincena de socorristas echaron agua constantemente sobre el cuerpo del cetáceo recubierto con un gel especial para evitar su deshidratación.

Pero la ballena, de entre cinco y seis metros de longitud y cerca de 4 toneladas de peso, muy debilitada por el estrés de los últimos días, no resistió el viaje.

El animal, visto por primera vez el viernes por la mañana en la capital británica, era de la especie protegida de ballenas comunes, también conocida como nariz de botella del norte, cuyo hábitat natural son las profundas aguas del Atlántico Norte.

Los expertos aprovecharon la marea baja para atrapar al cetáceo.

“La operación se desarrolló a la perfección. Los voluntarios hicieron un trabajo absolutamente fantástico”, dijo Tony Woodley, portavoz del organismo especializado British Divers Marine Life Rescue Group (BDMLR).

Con anterioridad, los socorristas habían anunciado que la decisión de soltarlo en el mar o de aplicarle una inyección letal en el caso de que su estado de salud estuviera muy debilitado, dependería de los resultados de los análisis de sangre practicados durante el día.

Los expertos no han podido dar una explicación a la presencia de la ballena en aguas del Támesis, que hizo las delicias de los británicos.

Y es que era la primera vez que se avistaba un cetáceo de esta especie en aguas de Londres desde el inicio de las observaciones científicas en 1913, donde sin embargo, es común ver delfines, focas y lobos de mar.

Durante 2005 se contabilizaron más de 200 apariciones de este tipo de animales.

Una de las principales dificultades de los expertos es entender el desplazamiento de un animal visiblemente desorientado.

Paul Jepson, veterinario de la Sociedad Zoológica de Londres, había observado antes de la operación de rescate, que el animal tenía algunas heridas en la cabeza además de un espasmo de la cola, lo que era un mal presagio.

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