Susana Morillo, reconocida como figura emblemática de la crónica social en República Dominicana, murió ayer a la edad de 94 años. Laboró incansablemente en el periodismo, siendo el diario   HOY el último en publicar sus aportes hasta hace pocas semanas. Ni su avanzada edad, ni sus problemas de salud la detenían. 

Murió ayer a la edad de 94 años,  doña Susana Morillo, considerada una figura emblemática de las crónicas sociales de República Dominicana, la cual ejerció desde 1963 en diferente medios de comunicación.

Sus restos serán expuestos hoy, a partir de las nueve de la mañana,  en la funeraria Blandino de la Abraham Lincoln,  donde se oficiará una misa de cuerpo presente. El  sepelio será a las cuatro de la tarde en el Cementerio Nacional de la Máximo Gómez.

Le sobreviven su hijo Héctor Báez Morillo, su hermana Yolanda y sus nietos Ana Amelia, Raúl y Paula; Laura Isabel y Miguel Andrés y su biznieta Laura Paula Báez.

La muerte de doña Susana  Morillo, ayer a las cuatro de la tarde, en la clínica Abreu, de un infarto cardíaco, enluta a  la crónica de social de República Dominicana, que perdió a una de sus más connotadas miembras, a quien llamaban la decana del periodismo de sociales.

“El día que parta de esta tierra, quiero ser recordada como una persona pulcra”, dijo recientemente doña Susana Morillo a Cándida Ortega, su amiga por más de  25 años.

Empezó a ejercer el periodismo en 1963 en el periodico Listín Diario, con el seudónimo de Vesta, tras dejar  de lado su carrera de pianista.  Escribía  en el periódico Hoy desde  2002 su  columna “Visto y Oído”.

A pesar de su edad,  asistía regularmente  a las actividades sociales, inclusive, el pasado viernes en la noche le dijo a su amiga Cándida Ortega que por qué no la llevó a un concierto en el  Teatro Nacional.

Susy, como le llamaban sus amigos, era recibida con buen ánimo por los  anfitriones de encuentros sociales a  los  que asistía, pues no sólo cubría,  sino que en ocasiones  sorprendía  con canciones, tocando el piano o con  una poesía.

Graduada  en  taquigrafía y mecanografía bilingüe, inició su vida laboral trabajando en la Organización de Estados Américanos (OEA), donde fue  reconocida por su buen desempeño; por varios años fue profesora  en la escuela Elemental de Música Elila Mena.

Fue reconocida en varias ocasiones por su labor en los medios de comunicación, como son los casos de la Cámara de Diputados, el  Instituto Superior Mercy Jáquez y  la Lotería Nacional, este último lo  recibió con lágrimas, rodeada de sus colegas de la crónica social.

Para el doctor Rafael Molina Morillo, director del periódico El Día, doña Susana Morillo se distinguía por su educación, cultura, trato amable y alegre.

“Se nos fue un gran ser humano, una gran amiga, una de las figuras más emblemáticas de la crónica social de la   República Dominicana”, se lamentaba anoche  una de sus amigas, quien por años la acompañó en el trajinar de las  actividades sociales.

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Siempre amable

Para Jacqueline Ventura, editora en jefe  de la sección Vivir, de Hoy,  doña Susana Morillo, a quien  conoció en 1982,  fue una pesona solidaria, en  especial con quienes se iniciaban  en las crónicas sociales y ; responsable en la entrega de su  columna “Visto y oído” .

Cándida Ortega

“Fue una persona que vivió feliz, apegada a la ética profesional, la buena costumbre  y el respeto a los demás”.