LONDRES (EFE).- El abogado británico Peter Benenson, fundador de Amnistía Internacional (AI), falleció el viernes a los 83 años edad como consecuencia de una larga enfermedad, confirmó ayer la organización pro derechos humanos.
Benenson «estaba enfermo desde hacía tiempo» y falleció en el hospital John Radcliffe de Oxford (sur de Inglaterra), donde «había estado en coma durante la última semana», explicó a EFE Josefina Salomón, portavoz de AI.
La secretaria general de Amnistía, Irene Khan, rindió hoy homenaje al abogado y dijo que su vida fue «un testamento valiente de su compromiso visionario para luchar contra la injusticia en el mundo».
«El sacó a la luz la oscuridad de las prisiones, el horror de las cámaras de tortura y la tragedia de los campos de concentración de todo el mundo», señaló Khan.
Benenson fundó Amnistía Internacional en 1961, indignado tras leer una información sobre la detención y condena a siete años de cárcel de varios estudiantes portugueses que habían luchado por la libertad en su país.
El letrado publicó la bases fundacionales de AI en un célebre artículo publicado en la portada del dominical británico «The Observer» el 28 de mayo de 1961.
Se trataba, en palabras del propio Benenson, de «una iniciativa en Londres de un grupo de abogados, escritores y editores que comparte la convicción expresada por Voltaire: »Detesto tus ideas, pero estoy dispuesto a morir por tu derecho a expresarlas».
De esa manera, el abogado «dio nacimiento al activismo de los derechos humanos», según Irene Khan, para quien «su legado es un amplio movimiento mundial de los derechos humanos que nunca morirá».
Durante su vida, Benenson se involucró en diversas actividades solidarias de todo tipo, como la acogida de huérfanos de la Guerra Civil Española (1936-1939) o el traslado de judíos huidos del nazismo al Reino Unido.
En el vigésimo quinto aniversario de AI, Benenson tuvo la ocurrencia de encender una vela con alambre de espino enroscado, un símbolo que, a la postre, se convertiría en el famoso logotipo de la organización.
«La vela -dijo- no arde para nosotros, sino para quienes no hemos podido rescatar de prisión, para quienes fueron tiroteados de camino a la cárcel, para quienes fueron torturados, para quienes fueron secuestrados, para quienes desaparecieron. Para ellos es esta vela».
Con la vocación inculcada por Benenson, AI ha combatido las violaciones de los derechos humanos en todos los rincones del mundo, tarea reconocida con la concesión del Premio Nobel de la Paz en 1977 y el Premio de los Derechos Humanos de la ONU en 1978.
Amnistía Internacional, con sede en Londres, es hoy la mayor organización pro derechos humanos independiente del mundo, con más de 1,8 millones de activistas repartidos por infinidad de países.
Peter Benenson nació en 1921 en la capital británica y deja una esposa y dos hijas.