Muere el militante anticastrista Luis Posada Carriles en Miami

Muere el militante anticastrista Luis Posada Carriles en Miami

El militante anticastrista cubano en el exilio y exagente de la CIA, Luis Posada Carriles, quien fue acusado de organizar una serie de ataques con bombas a hoteles de La Habana en 1997 y de derribar un avión cubano de pasajeros, falleció el miércoles en Florida, dijeron su abogado y un amigo. Tenía 90 años.
Posada, que había sido diagnosticado con cáncer de garganta hace unos cinco años, murió el miércoles en el Hospital Memorial Regional de la ciudad de Hollywood, al norte de Miami, dijo su amigo Angel De Fana, un expreso político cubano que lo visitó el domingo mientras permanecía internado en el centro médico.
«Estaba muy mal, tenía problemas respiratorios y una infección de los riñones», expresó De Fana. «Pero tenía muy bien la cabeza, la memoria muy bien». El abogado de Posada, Arturo Hernández, dijo que falleció a las cinco de la madrugada.
En 2015 Posada tuvo un accidente automovilístico que le causó varias fracturas. Desde hacía tiempo vivía en un hogar de cuidados especiales para veteranos de guerra ancianos en el condado Broward, al norte de Miami.
«Concluye una vida extraordinaria», expresó Hernández a The Associated Press. «Es una mañana muy triste para mí».
Posada había pedido que lo cremaran y que sus cenizas fueran arrojadas al mar, dijo De Fana. Su funeral será en una casa fúnebre de Miami, indicó. Los detalles aún se desconocían. En 2011, un jurado federal de El Paso, Texas, absolvió a Posada de acusaciones que incluían haberle mentido a las autoridades estadounidenses sobre su papel en los ataques de La Habana para obtener su asilo político. Formó parte de un grupo de exiliados cubanos entrenados por la CIA a comienzos de la década de 1960 en el fallido intento de derrocar al incipiente gobierno comunista de Fidel Castro. A diferencia de otros activistas, Posada nunca renunció a la violencia. «Si Castro entrara por la puerta lo mataría, no porque lo odio sino porque también mataría a una cucaracha», dijo Posada a AP en varias entrevistas entre 2009 y 2010. Humberto Díaz Argüelles, expresidente de la Asociación de Veteranos de Bahía de los Cochinos, dijo que Posada acudió el 17 de abril en silla de ruedas a un acto de rememoración de la invasión y se le veía «en muy malas condiciones» de salud. «Al último ya casi no podía hablar», dijo Argüelles. Para muchos exiliados mayores, Posada era un combatiente por la libertad que hacía lo necesario para tratar de derrocar una dictadura. Otros lo consideraban un terrorista impenitente.

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