Muere el padre del euro

Muere el padre del euro

PARIS (AP).- Wim Duisenberg, quien como director del Banco Central Europeo supervisó la exitosa introducción del euro como moneda común europea, fue hallado muerto el domingo en la piscina de su casa del sudeste de Francia, dijeron las autoridades. Tenía 70 años.

   La policía no informó sobre la causa del fallecimiento de Duisenberg, pero equipos de rescate y policías dijeron que lo encontraron inconsciente en la piscina de su vivienda de la población de Faucon, y no pudo ser resucitado.

   Duisenberg fue el primer titular del Banco Central Europeo, entre 1998 y el 2003. Habiendo guiado al euro desde su implementación en 1999, pasó a ser conocido como el padre de la moneda que emplean 12 naciones de Europa.

   «Con su actitud tranquila, hizo que la gente confiara en el euro», expresó el ministro de Finanzas de Alemania Hans Eichel a la AP en Berlín. «Recordaremos su personalidad y lo que logró».

   De porte alto y amante del golf, Duisenberg mantuvo un perfil bajo como jefe del banco europeo, pero fue uno de los principales responsables de la estabilidad de precios en la región que adoptó al euro como moneda propia, de unos 300 millones de habitantes.

   Durante su desempeño como jefe del Banco Central Europeo (BCE) fue conocido por su política monetaria cauta y por su fuerte defensa del euro a través de los años.

   En algunas oportunidades frustraba a los mercados financieros y a los políticos al mantener las tasas de interés más altas de lo que algunos inversores y funcionarios querían, a fin de ahuyentar la inflación.

   En reiteradas oportunidades dijo que era tarea de cada gobierno implementar reformas estructurales para crecer más.

   Las altas tasas de interés son la principal herramienta del banco para combatir la inflación, pero pueden obstaculizar el crecimiento económico. La firme política del banco ayudó a mantener fuerte al euro y a estabilizarlo.

   Tal vez uno de los momentos más difíciles de Duisenberg fue en octubre del 2000, luego que en una entrevista con el diario The Times de Londres sugirió que el BCE no intervendría para apuntalar al euro antes de las elecciones presidenciales estadounidenses.

   Los especuladores reaccionaron llevando al euro a nuevas bajas, y la falta de tacto de Duisenberg fue ampliamente criticada.

   Uno de sus mayores logros fue la introducción exitosa de los billetes y monedas del euro a comienzos del 2002. Las monedas nacionales de 12 países desaparecieron de circulación y fueron reemplazadas por el nuevo dinero en un esfuerzo logístico inmenso que desafió los vaticinios de que habría largas filas y confusión entre los consumidores.

   Su elección como jefe del BCE fue alentada por Alemania, la mayor economía de Europa, pero fue objeto de polémicas cuando Francia presentó al presidente de su banco central, Jean-Claude Trichet, como rival. Trichet asumió en el banco en el 2003.

   En una declaración escrita, Trichet calificó la muerte de Duisenberg de una «pérdida terrible» y lo elogió por su papel decisivo para establecer las instituciones monetarias de la UE, supervisar el lanzamiento del euro y generar confianza en la moneda.

   Willem Frederik Duisenberg nació el 9 de julio de 1935 en la ciudad holandesa de Heerenven. Fue miembro del Partido Laborista Holandés, y se doctoró en economía en la Universidad de Groningen.

   Se desempeñó también como ministro de finanzas y presidente del banco central de Holanda, y titular del Instituto Monetario Europeo _que precedió al BCE_ en Francfort, Alemania.

   Le sobreviven su esposa Gretta Duisenberg-Bedier de Prairie, y dos hijos adultos de un matrimonio anterior.

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