Muere la reina de la cosmética norteamericana

Muere la reina de la cosmética norteamericana

Murió el sábado pasado víctima de una parada cardiorrespiratoria la creadora del imperio de productos cosméticos Estée Lauder, quien hace 58 años comenzó a vender las cremas que un tío suyo fabricaba en la cocina y llegó a ser la reina de la cosmética norteamericana.

Estée Lauder murió a los 97 años de edad en su casa de Nueva York dejando atrás un imperio que incluye también la marca Clinique, que en el año 2003 tenía un valor aproximado de 10.000 millones de dólares.

En 1998, Lauder fue la única mujer en la lista de la revista Time de los 20 genios de negocios más influyentes del siglo XX. Su compañía fue colocada en el puesto 349 en la clasificación de las mayores empresas de Estados Unidos en el año 2003, con ingresos de 4.744 millones de dólares.

Lauder llegó a convertirse en una gran figura de la alta sociedad, dado que era amiga de la duquesa de Windsor y la princesa Grace de Mónaco, y acudía a las fiestas del ex presidente de EE UU Ronald Reagan.

Al explicar su éxito, la reina del maquillaje y la perfumería afirmaba que “nunca he trabajado un día en mi vida sin vender. Si yo creo en algo, yo lo vendo, y lo hago agresivamente”.

Nacida como Josephine Esther, su familia le decía “Esty” y eso llevó a que un funcionario de una escuela pública escribiera su nombre como “Estée”. Ella lo conservó para siempre.

Su hijo Leonard dio a conocer que el deceso se produjo en la noche del sábado, en su departamento de Manhattan. En 2003, su compañía tenía 21.500 empleados y ventas por 5.120 millones de dólares, mientras que sus productos se vendían en más de 130 países de cinco continentes.

[b]De la cocina a la riqueza [/b]

De orígenes humildes, Josephine Esther Mentzer tuvo un pálpito de suerte cuando –en la década de 1920 decidió ayudar a su tío John Schotz, un emprendedor experto en química que elaboraba cremas de belleza en la cocina de su casa.

Comenzó a vender esos productos y poco a poco se quedó con toda la comercialización. La empresa fue creada oficialmente en 1946, y Estée fue la presidenta, responsable de productos y ventas.

Los críticos afirman que Schotz murió en circunstancias muy modestas en los años 60, sin que Estée le hubiera compensado adecuadamente por haber iniciado la empresa, que ya facturaba anualmente US$14 millones.

En los años 50, una serie de productos de éxito, como el aceite de baño “Rocío de Juventud”, revolucionaron el mundo de la cosmética y ayudaron a la empresa a crecer de forma meteórica.

A pesar de todo su éxito y su fama, Estée Lauder siempre rehuyó a hablar de sus orígenes. Es posible que se quitara un par de años de edad y tampoco está claro que lograra graduarse de educación secundaria. No obstante, su biógrafo Lee Israel asegura que nació el 1 de julio de 1908.

Se casó, divorció y volvió a casar con otro descendiente de emigrantes centroeuropeos, Joseph Lauter, y ambos cambiaron su nombre a Lauder.

En su autobiografía publicada en 1985, la millonaria afirmaba ser descendiente de aristócratas europeos, cuando en realidad su familia era de trabajadores judíos –Max y Rose Schotz Mentzer, residentes en el distrito neoyorquino de Queens , lo que generó críticas de quienes en la comunidad judía la acusaban de tratar de esconder y negar su identidad.

[b]Visión de la belleza[/b]

“La belleza es una actitud”, solía afirmar la reina de la cosmética, quien disfrutaba de las fiestas a lo grande en sus lujosas mansiones de Nueva York, Londres y el sur de Francia. “No hay secretos. ¿Por qué son hermosas todas las novias en el día de su boda? Porque ese día se ocupan de su apariencia. No existen mujeres feas, solamente mujeres a las que no les importa, o mujeres que no creen que son atractivas”.

Su filosofía del éxito era simple: “Si quieres ser exitosa, tienes que trabajar duro y tienes que creer en lo que estás haciendo’’.

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