Muere Lina Wertmueller, primera mujer directora nominada al Oscar

Muere Lina Wertmueller, primera mujer directora nominada al Oscar

ARCHIVO – La directora italiana Lina Wertmuller posa en Los Angeles el 24 de octubre de 2019. Wertmueller, la primera mujer en ser nominada al Oscar en la categoría de dirección ha muerto, dijo el ministerio de cultura Italiano el 9 de diciembre de 2021. Tenía 93 años. (Foto Mark Von Holden/Invision/AP, archivo)

ROMA— La provocadora cineasta italiana Lina Wertmueller, cuya potente mezcla de sexo y política en “Travolti da un insolito destino nell’azzurro mare d’agosto” (“Insólita aventura de verano”) y “Pasqualino Settebellezze” (“Pascualino Siete Bellezas”) la llevó a ser la primera mujer nominada a un Oscar a la mejor dirección y una figura de culto en la escena fílmica de Nueva York, falleció, informó el Ministerio de Cultura italiano. Tenía 93 años.

Wertmueller, quien recibió un Premio de la Academia a la trayectoria en 2019, murió durante la noche en Roma rodeada por su familia, reportó la agencia de noticias LaPresse, citando a sus familiares.

El ministro de Cultura Dario Franceschini rindió homenaje a Wertmueller el jueves diciendo que su “clase e inconfundible estilo” dejaron una marca en el mundo del cine italiano. “Gracias Lina”, dijo en un comunicado.

Políticas, polémicas y muchas veces eróticas, sus películas estaban llenas de comentarios sociales y mensajes satíricos contra el sistema. Wertmueller, quien también escribía sus propios guiones, las describía como comedias marxistas.

“Me niego a hacer películas sin temas sociales”, dijo la mujer alguna vez apodada “cinco pies de controversia cinematográfica”.

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ARCHIVO – La directora italiana Lina Wertmuller posa el 18 de enero en 1978 en una ubicación desconocida.

Con sus 1,52 metros (5 pies) de altura, maquillaje de ojos dramático, cabello colorido y anillos en todos los dedos, la apariencia extravagante de Wertmueller era parte integral de su persona. En una entrevista con The Associated Press, admitió que tenía cientos de sus característicos anteojos con montura blanca.

La artista, cuyo verdadero nombre era Arcangela Felice Assunta Wertmueller von Elgg Spanol von Braueichjob, nació en Roma en una familia aristocrática suiza. Aparentemente en rechazo a los deseos de sus padres de que estudiara derecho, ingresó en la escuela de teatro donde actuaba, dirigía y escribía obras. Después de graduarse de la Academia de Teatro de Roma, salió de gira por Europa con la compañía de marionetas de Maria Signorelli.

En 1963, el actor italiano Marcello Mastroianni, quien era esposo de una amiga suya de la escuela, le presentó a Federico Fellini, quien le pidió que fuera su asistente en “8½”. Wertmueller dijo tiempo después que Fellini resultó ser una de sus más grandes influencias.

“Es revelador estar cerca de él, porque estás cerca de un personaje que es tan profundamente inconformista, que corre consigo mismo como un niño con un cometa”, dijo.

Ese mismo año, alentada por Fellini, Wertmueller viajó a Sicilia para realizar “I basilischi” (“Los zanganos”), su primer largometraje. Tuvo una recepción favorable, pero la misma directora la criticó por ser “demasiado rara” como para que la gente la entendiera. Ella quería hacer películas para las masas.

Los éxitos de Wertmueller, quien dijo a AP que le encantaban los títulos largos, comenzó con “Mimì metallurgico ferito nell’onore” (“Mimí metalúrgico, herido en su honor”) de 1972. La revista The New Yorker la calificó como “una farsa sexual maravillosamente graciosa” y la revista Time la nombró una de las 10 mejores películas del año. Otros de sus éxitos de taquilla fueron “Film d’amore e d’anarchia, ovvero ‘stamattina alle 10 in via dei Fiori nella nota casa di tolleranza…’” (“Film de amor y de anarquía”) de 1973, “Travolti da un insolito destino nell’azzurro mare d’agosto” de 1974 y “Pasqualino Settebellezze” de 1976, que le valió la nominación al Oscar a mejor dirección y mejor guion original, así como otra a su protagonista, el actor Giancarlo Giannini.

Wertmueller no ganó entonces, pero la Academia reconoció su hito al otorgarle el premio a la trayectoria más de cuatro décadas después, en 2019.

El crítico de cine estadounidense Roger Ebert le dio a “Travolti” su más alta calificación, al decir que a pesar del choque entre una mujer rica capitalista y su empleado marxista “persiste en ser sobre un hombre y una mujer”. Otros críticos se sentían incómodos con su violencia contra las mujeres: Anthony Kaufman la calificó como “posiblemente la película más escandalosamente misógina hecha por una mujer”. La Junta Nacional de Reseñistas le dio en 1975 el premio a la mejor película extranjera.

El sexo fue un tema constante en su filmografía. En “Mimì metallurgico”, un hombre se siente atraído al comunismo en parte porque le permite tener una aventura con una sexy comunista. En “Pasqualino Settebellezze”, Pasqualino, interpretado por Giannini — quien por años fue el protaognista favorito de Wertmueller — decide sobrevivir en un campo de concentración a cualquier costo, incluso teniendo sexo con una mujer nazi obesa y brutal a cargo.

Pero con “A Night Full of Rain” (“En una noche repleta de lluvia”) de 1978, la primera película de Wertmueller en inglés, los críticos de Estados Unidos no se sintieron tan entusiasmados.

A Wertmueller le gustaba unir fuerzas aparentemente contradictorias. Su película de 1992 “Io speriamo che me la cavo” (“Mi querido profesor”) cuenta la historia de menores de edad napolitanos obligados a entregar drogas y a matar, pero la calificó como “un acto de amor para el sur y sus niños”.

“Veo la posibilidad del humor en las cosas más serias”, dijo.

Llena de energía, Wertmueller tenía reputación de ser una jefa exigente en el set, dominando a los actores y cambiando escenas a último momento.

“Es una tempestad”, dijo alguna vez el director sueco Ingmar Bergman.

Sin embargo, Giannini dijo que la directora estaba siempre abierta a sugerencias.

“Lina le pide consejos a todos, a los operadores de cámara y a los actores por igual. Ella cree que una película es el producto de la colaboración”, señaló.

Wertmueller fue miembro del jurado del Festival de Cine de Venecia en 1988 y directora de la escuela de actuación cinematográfica de Italia.

Trabajaba estrechamente con su esposo, el diseñador de escenografía Enrico Job, quien estuvo con ella en todas sus películas exitosas. Wertmueller lo calificaba como “mi mejor crítico”. Job falleció en 2008.

A Wertmueller le sobrevive su hija Maria Zulima Job.

El ayuntamiento de Roma anunció que realizará una vigilia para Wertmueller el viernes en una de sus salas principales.

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