Tres días después de haber cumplido sus 14 años de edad, Argenis Caberas murió el domingo pasado, Día de Nochebuena, a causa de graves quemaduras sufridas al estallar numerosos fuegos artificiales en una caseta de un colmado del barrio Vietnam, de Los Mina, donde trabajaba.

Los restos del menor fueron sepultados ayer en medio del llanto de sus padres Ramona Caberas y Salvador Encarnación.

Argenis recibió quemaduras en el 90% de su superficie corporal.

La Dirección de la Unidad de Quemados del Hospital Luis Eduardo Aybar reiteró el llamado a los padres para que no adquieran fuegos artificiales que le provoquen la muerte a sus hijos.

«Se me fue mi hijo», expresaba la señora Caberas en medio de gritos. La caseta de expendio de fuegos artificiales estaba ubicada en el colmado llamado El Popular Chichio, ubicado en la calle Antonio Abad a esquina Javier Castillo de Vietnam, Los Minas.

El padre del menor narró que el hecho se produjo en momentos en que Argenis se disponía a encender unos fuegos pirotécnicos que otro menor había comprado.

Agregó que cuando los fuegos artificiales se encendieron en vez de salir a fuera, el menor se metió debajo de la mesa y por eso se quemó. Argenis había cumplido sus 14 años el pasado 21 de diciembre. Residía junto a su madre y sus dos hermanas, Danelly Caberas, de 20 años, y Arianny Caberas de 11 años, en la calle San Marcos de León a esquina Teo Crúz de Vietnam. Sus familiares, amigos, vecinos y allegados coinciden en calificar al menor muerto como trabajador, tranquilo y estudioso, que siempre buscaba cómo ganar dinero para ayudar en el sustento de su familia.

De acuerdo a las versiones, Argenis le decía a su madre que trabajaría para que dejara de pagar alquiler de casa.