Robert Durst, el heredero de bienes raíces de Nueva York que durante décadas fue sospechoso de asesinar a personas cercanas a él y posteriormente fue declarado culpable de matar a su mejor amiga y sentenciado a cadena perpetua, falleció el lunes. Tenía 78 años.
Durst murió el lunes en un hospital de la prisión estatal en Stockton, dijo el abogado Chip Lewis. Indicó que la muerte fue por causas naturales debido a varias dolencias.
Durst fue declarado culpable en septiembre de dispararle a Susan Berman a quemarropa en la casa de ella en Los Ángeles en 2000. Fue sentenciado el 14 de octubre a cadena perpetua.
Durante mucho tiempo se sospechó que Durst había matado a su esposa, Kathie, quien desapareció en Nueva York en 1982.
Pero solo después de que los fiscales de Los Ángeles demostraron que el motivo de la muerte de Berman fue silenciarla porque ella lo ayudó a encubrir el asesinato de Kathie, un jurado en Nueva York lo acusó en noviembre de asesinato premeditado por la muerte de su esposa.
Los fiscales también acusaron a Durst de dispararle a Morris Black, un hombre que descubrió su identidad cuando se escondía en Texas después del asesinato de Berman. Durst fue absuelto en ese caso en 2003, luego de testificar que le disparó al hombre mientras luchaban por un arma.
Su vida se retrató en el documental de seis partes de HBO “The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst”.
El programa dio a conocer su nombre a una nueva generación y provocó un renovado escrutinio y sospecha por parte de las autoridades.
Durst tenía cáncer de vejiga y su salud se deterioró durante el juicio de Berman.
Hijo del magnate inmobiliario Seymour Durst, Robert Durst nació el 12 de abril de 1943 y creció en Scarsdale, Nueva York. Alguna vez relató que a los 7 años fue testigo de la muerte de su madre en una caída en su casa.
En 1965 se graduó con una licenciatura en Economía de la Universidad de Lehigh. Le sobrevive su segunda esposa, Debrah Charatan, con quien se casó en 2000. No tuvo hijos.