BAAQUBA, Irak (AFP).- Ciento veinte iraquíes, entre ellos 35 rebeldes, murieron el miércoles en el día más sangriento desde la transferencia del poder hace exactamente un mes al gobierno de Iyad Allawi por parte de la coalición encabezada por Estados Unidos.

Estos actos de violencia eclipsaron la crisis de los rehenes, entre los que figuran unos diez choferes amenazados de muerte por los secuestradores que el presidente Ghazi al-Yauar calificó de «enemigos del pueblo».

Baaquba, 60 km al norte de Bagdad, pagó el mayor tributo en esta jornada sangrienta con 68 muertos y decenas de heridos, caídos en un atentado suicida de una excepcional violencia.

Sesenta y ocho personas murieron y 56 resultaron heridas en el atentado suicida del miércoles frente al edificio de la policía en Baaquba, al norte de Bagdad, anunció a la AFP el ministro iraquí de Salud en nuevo balance.

«Los responsables del hospital (de Baaquba) acaban de informarme que hay 68 muertos y 56 heridos», indicó Alaa Abdessahab al-Aluane.

El atentado de Baaquba es uno de los más sangrientos desde la caída del antiguo régimen de Saddam Hussein en abril de 2003.

 «Un suicida hizo explotar un vehículo lleno de explosivos junto a una fila de jóvenes aspirantes a policías y hubo 30 muertos y 40 heridos», había declarado antes un portavoz del ministerio del Interior en Bagdad, Sabah Kadhem.

 «Además, murieron 21 pasajeros de un bus que pasaba en ese momento por ahí», agregó.

El portavoz precisó que este balance es provisional. Este atentado es el que ha causado más víctimas desde la transferencia de poderes en Bagdad el 28 de junio pasado.

«La explosión fue provocada por un coche bomba y hay muchos muertos y heridos, cuyo número es difícil de determinar por el momento», declaró a la AFP el general Walid Jaled Abdel Salam, jefe de la policía de la provincia de Diyala, de la cual Baaquba es la capital.

«Había un kamikaze a bordo del coche», agregó.

«La explosión se produjo poco después de las 09h30 (05h30 GMT), provocando muertos y heridos y daños en numerosos automóviles», indicó a la AFP Mohammed Jassem, un oficial de policía presente en el lugar del estallido.

«En el momento de la explosión, varios jóvenes estaban reunidos delante del puesto para enrolarse en las fuerzas policiales y un bus pasaba delante», agregó. Unas 600 personas estaban aglomeradas en el lugar.

El corresponsal de la AFP vio por lo menos 30 cuerpos inanimados delante del cuartel policial.

Algunos policías, muy nerviosos, comenzaron a disparar al aire para alejar a los curiosos y a los habitantes que buscaban a sus parientes.

«Se había programado entrevistas con los candidatos (a policías) y había pedido a los jóvenes que entraran en el edificio pero muchos permanecieron afuera», indicó otro oficial de policía, el capitán Nuri Jawad.

«Es lo que explica el número importante de víctimas», agregó.

Baaquba y su región, habitada por sunitas y chiítas, es escenario de frecuentes ataques contra las fuerzas del orden, algunos de los cuales han sido reivindicados por el grupo de Abu Mussaba Al-Zaqauí, jordano presuntamente vinculado a Al-Qaida, considerado por el ejército estadounidense como el principal instigador de la violencia en Irak.

Por otro lado, alrededor de 35 rebeldes murieron este miércoles y otros 40 fueron capturados luego que se produjeran combates con la Fuerza Multinacional (FMN) en Sueira, al sur de Bagdad, que dejaron siete muertos en las filas de las fuerzas iraquíes, según un comunicado militar publicado en Nassiriya, al sur de Irak.

Los combates ocurrieron a las 07H00 (03H00 GMT) del miércoles y causaron además 10 heridos entre las fuerzas iraquíes.

Asimismo dos personas, entre ellas un niño de 13 años, murieron y otras cinco resultaron heridas por la explosión de un proyectil lanzado el miércoles contra un barrio residencial del centro de Bagdad, según dos hospitales de la capital.

Un soldado estadounidense murió y tres resultaron heridos por la explosión de una bomba artesanal al paso de su vehículo en Balad Ruz (norte), anunció el miércoles el ejército estadounidense.

También cinco miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes resultaron muertos y 48 heridos en enfrentamientos que se sucedieron con rebeldes armados este miércoles en la localidad de Sueira, al sur de Bagdad, anunció el hospital de Kut, a 150 km al sureste de la capital.

«Recibimos los cuerpos de cinco miembros de las fuerzas de seguridad y 48 heridos», indicó el doctor Kader Fadel, jefe del servicio de emergencias del hospital.

Por su parte, el teniente de la Guardia Nacional Iraquí, Ali Hussein, indicó que los enfrentamientos sucedieron después de haber recibido una información sobre la presencia de un hombre armado en Sueira.

«Nosotros enviamos fuerzas y hubo un enfrentamiento», precisó la fuente.

En Ramadi (oeste), una mujer murió y cuatro personas de la misma familia resultaron heridas en enfrentamientos entre la guerrilla y las fuerzas estadounideses.

Dos iraquíes murieron tratando de poner una bomba en un oleoducto cerca de Kirkuk, mientras un policía murió a causa de disparos de francotiradores en esta ciudad del norte.

Finalmente, cerca de Faluja (oeste de Bagdad), cuatro policías iraquíes murieron y otro resultó herido por la explosión de una bomba.