KANDAHAR, Afganistán (AFP).- Al menos 15 personas, en su mayoría niños, murieron y varias decenas más resultaron heridas este martes en Kandahar, la gran ciudad del sur de Afganistán, por la explosión de una bomba en medio de una multitud de escolares y curiosos.

La explosión se produjo a las 13h00 locales (08H30 GMT) en el barrio de Manzalbath, en el sudeste de la ciudad, cerca de un cuartel de milicianos afganos pro gubernamentales.

Una primera bomba localizada y aislada por la policía afgana había estallado veinte minutos antes en el mismo lugar sin provocar víctimas.

La segunda bomba estalló cuando una multitud de curiosos se había congregado en el lugar de la primera explosión. La mayoría de las víctimas son niños que acababan de salir de una escuela vecina, según testigos en el lugar.

Tres personas murieron en el acto y otras tres cuando eran trasladadas al hospital de la ciudad. Nueve cadáveres fueron llevados al hospital militar estadounidense del aeropuerto de Kandahar, según el comandante Ahmed Sha.

Interrogados por la AFP, varios responsables militares y policías locales reconocieron que ignoraban el balance preciso de víctimas del atentado porque éstas fueron evacuadas hacia diferentes hospitales.

Unas cien personas acudieron la tarde del martes al hospital Mirwais, el más importante de Kandahar, para tratar de encontrar a un pariente o un hijo. «Es incomprensible para mí, ni siquiera los rusos nos atacaban así», se exclamó Ahmadulá, hermano de una víctima.

Varios escolares levemente heridos y sin noticias de sus padres fueron trasladados a una base militar estadounidense de la ciudad.

Informada al final por la mañana por un testigo de la presencia de una bomba oculta bajo un puesto de mercado ambulante, en una carretera de Manzalbath, la policía acordonó inmediatamente la zona. El artefacto estalló hacia las 12h45 sin causar víctimas.

Un sospechoso fue detenido tras este primer incidentes, según un policía que indicó que según el testimonio del primero varias bombas más podrían haber sido escondidas en la ciudad.

Media hora después de la segunda explosión quedaban aún restos de metal sobre la calzada manchada de sangre. La zona estaba bloqueada por la policía local y militares estadounidenses. El atentado no había sido reivindicado hasta la tarde del martes.

Antiguo bastión de los talibanes en el poder en Kabul desde 1996 hasta finales de 2001, Kandahar fue blanco de numerosos ataques en noviembre y diciembre, sobre todo contra instalaciones de la ONU.

El gobierno acusó a los talibanes de estos atentados, algunos de los cuales fueron reivindicados por los combatientes antigubernamentales.

También hay fuertes tensiones en el ejecutivo local desde el nombramiento en septiembre de un nuevo gobernador, Yusuf Pashtun, en sustitución de un poderoso jefe de guerra, Gul Agha Shirzai, hoy ministro del gobierno central.

Yusuf Pashtun tenía que recorrer la mañana de este martes la carretera del atentado para dirigirse a la academia de policía, según una fuente policial.