Mueren 17 ataque Irak; darían hoy resultados

Mueren 17 ataque Irak; darían hoy resultados

BAGDAD (AP).- Un automóvil cargado de explosivos estalló el sábado frente a un hospital en una población de mayoría chiíta ubicada al sur de Bagdad, matando a 17 personas y lesionando a otras 21, dijeron fuentes policiales y hospitalarias.

Otro coche-bomba explotó en un vecindario del este de Bagdad cuando pasaba por el lugar un convoy militar estadounidense, matando a una mujer iraquí y lesionando a otras tres personas. Ningún soldado estadounidense resultó herido, dijo la policía.

La bomba detonó a un kilómetro de una base militar norteamericana.

Los atentados ocurrieron un día después que 23 personas murieron en dos ataques contra la comunidad chiíta, y en momentos en que las fuerzas estadounidenses se enfrentaban con insurgentes en la ciudad de Mosul.

Un capitán de la policía, que se negó a dar su nombre, dijo que el automóvil que mató a 17 personas estalló frente al principal hospital de Musayyib, a unos 55 kilómetros al sur de la capital. Se trata de un área donde coexisten diferentes minorías religiosas y que ha sido escenario de frecuentes ataques de insurgentes suníes.

Al parecer, el ataque fue parte de una campaña alentada por los árabes suníes contra la mayoría chiíta, que representa al 60% de los 26 millones de iraquíes y está a un paso de consagrarse triunfante en las elecciones nacionales del 30 de enero.

De acuerdo con los resultados parciales, la boleta de votación dominada por chiítas habría ganado las elecciones de la Asamblea Nacional. Los grupos chiítas parecieran haber logrado el control de consejos provinciales en amplias zonas del país, incluyendo a las dos ciudades más importantes: Bagdad y Basora.

Ante el temor a perder su posición de privilegio, los extremistas suníes han acusado a los estadounidenses de manipular las elecciones para colocar a chiítas y curdos en el poder.

Los árabes suníes, que representan al 20% de la población, alientan la insurgencia y muchos de ellos boicotearon los comicios.

Por otra parte, feroces combates estallaron el sábado entre soldados estadounidenses e insurgentes en la ciudad norteña de Mosul, la tercera más grande de Irak, dijeron funcionarios militares y testigos.

La lucha comenzó cuando soldados estadounidenses que reaccionaron ante disparos de proyectiles de morteros contra una base fueron atacados desde una mezquita con disparos de rifles y de granadas propulsadas por cohetes, dijo el teniente Erik Kurilla, del Primer Batallón del Regimiento de Infantería 24to., del ejército de Estados Unidos.

Los insurgentes lograron inutilizar un tanque estadounidense y un vehículo blindado Stryker, y el combate se prolongó durante varias horas en torno a la mezquita. No hubo bajas entre los estadounidenses.

Kurilla dijo que nueve insurgentes murieron. Varios automóviles y partes de edificios fueron quemados durante los combates.

Una mujer murió cuando un proyectil de mortero se estrelló en su vivienda, y otra cuando una bomba estalló al sur de la ciudad, dijeron funcionarios de un hospital.

Horas antes, la policía de Mosul dijo haber descubierto los cadáveres de 12 hombres, seis de ellos vestidos con uniformes de la Guardia Nacional iraquí. Los cadáveres habían sido arrojados en dos áreas de la ciudad.

Los ataques contra fuerzas de seguridad iraquíes han aumentado desde las elecciones nacionales. Los insurgentes han prometido intensificar sus ataques contra las fuerzas iraquíes, en momentos en que Estados Unidos intenta acrecentar la participación de esas fuerzas en el control de la seguridad.

Pero la cifra de policías y guardias nacionales iraquíes asesinados parece particularmente alta en Mosul, una ciudad que se ha convertido en otro punto de tensión en la lucha entre insurgentes y fuerzas de la coalición invasora.

La semana anterior, un atacante suicida se mezcló en una multitud de policías iraquíes que caminaban por una calle de Mosul, matando a 12 efectivos de seguridad. En diciembre, fueron hallados más de 150 cadáveres en Mosul en el lapso de un mes. La mayoría eran miembros de las fuerzas de seguridad.

Por otra parte, un prominente juez iraquí durante el régimen de Saddam Hussein fue asesinado a balazos por dos hombres en la ciudad portuaria de Basora, al sur del país, expresó el teniente coronel Karim al-Zaidi.

Al-Amiri, un ex juez de los tribunales penales de mayor jerarquía de Basora, es uno de los ex miembros del Partido Baath que han sido asesinados en Basora en los últimos 18 meses.

Las sospechas recaen sobre extremistas chiítas que buscan vengarse de los tiempos en que estuvieron oprimidos durante el gobierno de Saddam.

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