Mueren 17 personas en ataques en Irak

Mueren 17 personas en ataques en Irak

BAGDAD,  (AFP) .- El nombramiento de los ministros que se encargarán de la seguridad en Irak no acaba de concretarse pese a las promesas del primer ministro Nuri al Maliki, mientras el país sigue presa de la violencia que dejó al menos 17 muertos y una veintena de heridos.

Una semana después de que el nuevo gobierno permanente de la era post-Saddam Hussein asumiera sus funciones, Irak sigue sin titulares de Interior y de Defensa y sin secretario de Estado para la Seguridad Nacional.

Y ello pese a que el primer ministro, Nuri al Maliki, había prometido que nombraría rápidamente estos cargos, esenciales en la lucha contra la violencia, a la que ha convertido en su prioridad absoluta.

El presidente Jalal Talabani reiteró el sábado la necesidad de confiar estas responsabilidades a independientes sin vínculos con los partidos o las milicias armadas, indicó su oficina en un comunicado. También urgió que se nombre rápidamente a los nuevos responsables después de reunirse con el embajador estadounidense, Zalmay Khalilzad, quien se dijo dispuesto a ayudar a los iraquíes a tomar las decisiones necesarias para mejorar la seguridad. La reunión del Parlamento prevista para el sábado en la que se iba a aprobar los nombramientos fue aplazada ante la falta de acuerdo entre las coaliciones chiita, sunita y kurda, que son las principales fuerzas del nuevo gobierno. 

Sigue violencia

Entretanto, la violencia sigue campando a sus anchas por el país, donde este sábado murieron al menos 17 personas y otras 23 resultaron heridas, sobre todo en la capital y en el norte de Bagdad.

En este contexto, el político sunita Adnane al Dulaimi pidió al gobierno que haga un gesto y libere a miles de detenidos —28.000 personas se encuentran actualmente en manos de iraquíes y estadounidenses—, para distender la situación y favorecer la remisión de la violencia.

“Un gesto así daría a los iraquíes el sentimiento de que su gobierno desea lo mejor”, agregó este político que preside la coalición sunita del Frente de la Concordia Nacional, que conquistó 44 de los 275 escaños del Parlamento en las elecciones del 15 de diciembre de 2005.

Dulaimi también exhortó a los iraquíes “de todas las tendencias” a que trabajen para evitar un conflicto confesional y calmar la situación.

Por otra parte, un responsable militar estadounidense dijo que los iraquíes asumirán la responsabilidad de la seguridad en las dos provincias del sur de Irak a fines de agosto y en la de Bagdad a finales de año.

“Para finales del verano, creo que estaremos en buena posición (para transferir la seguridad) en las provincias de Nayaf y Kerbala, y la de Babilonia seguirá después”, declaró este responsable a la prensa, en referencia a las zonas chiitas relativamente tranquilas del sur de Bagdad.

Maliki llegó a decir el lunes pasado que en junio se traspasará la soberanía a los iraquíes de las dos provincias meridionales de Qadisiyá y Misan, tras reunirse con el primer ministro británico, Tony Blair.

El jefe de la diplomacia iraní, Manuchehr Mottaki, de visita en Irak, prometió por su parte que su país ayudará a su vecino a estabilizar la situación.

Mottaki realizó un peregrinaje a las ciudades santas chiitas de Nayaf y Kerbala, en el sur de Bagdad, y saludó en la primera ciudad al gran ayatolá Ali Sistani, el más prestigioso de los jefes religiosos chiitas de Irak.

Durante su estancia también aprovechó para presentar una querella de Irán contra el depuesto presidente Saddam Hussein por la guerra entre los dos países de 1980-88, que será sometida al Alto Tribunal Penal iraquí.

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